De Marco aseguró que ya hace varios meses que las panaderías "que trabajan con todo legal y como corresponde” mantienen el kilo de pan en los 50 pesos, pero comentó que en localidades aledañas como Federación, San Salvador, General Campos, Chajarí, etc, el kilo alcanzó los 60 y hasta 70 pesos. “Concordia es un mercado un poco mas complejo porque hay una gran cantidad de panaderías clandestinas. Eso complica un poco más la situación, como pasa en todos los rubros cuando la competencia es desleal”, remarcó. “Eso es lo que hace que el mercado esté más difícil y la competencia se haga más dura aún teniendo que ajustar los precios. Estamos viviendo una inflación de costos enormes pero, al tener limitado el precio de venta de los productos, se dificulta todo”, lamentó.
En cuanto a la modalidad de venta, De Marco aseguró recordó que desde hace ya bastante tiempo que los clientes compran mercadería por cantidad de dinero y no por peso. “En otra época se compraba lo que quería y no lo que se podía, pero en este tiempo la gente compra por cantidad, o sea, te piden 20 pesos de pan, y no un cuarto. Por supuesto que se venden los productos de primera necesidad y, si es para darse un gusto, también se vende lo más económico y sólo un poco”, agregó
Y en ese contexto, el comerciante reveló que hay una gran cantidad de productos que dejaron de fabricarse o se hacen en mucha menos cantidad simplemente porque no son tan rentables, por ejemplo, el budín: “Ese tipo de panificación se hace con menos frecuencia, menos variedad y menos cantidad porque no tiene gran salida y el tiempo de duración es corto, entonces si no se vende tenés que tirarlo”, explicó. “En general el rubro de panificación vive la misma crisis que el resto de los segmentos. Generalmente el invierno es la mejor época para nosotros pero la realidad es que se trabaja muy al límite”, concluyó.
