Ambos incrementos fueron superiores a la inflación promedio del mes pasado, del 3,7% según el instituto que conduce Jorge Todesca. El sondeo oficial dio a conocer también que la variación interanual de la CBA y de la CBT resultó del 29,7% y 32,3%, respectivamente.
Esas cifras también fueron mayores al avance de los últimos doce meses de los precios minoristas, que llegó a 29,5%. En ese escenario, la canasta que mide la pobreza acumuló un aumento de 17,5% en el período comprendido entre diciembre y junio.
Un hogar integrado por un matrimonio y dos hijos necesitó el mes pasado $ 19.601,79 para no ser considerado pobre, mientras que precisó $ 7.840,72 para cubrir los costos de la canasta básica alimentaria y no caer en la indigencia.
En junio pasado, el costo de la CBT, que considera los bienes y servicios no alimentarios, se había ubicado en $ 14.811,08, arrojaron los datos de la Valorización mensual de la canasta básica alimentaria y de la canasta básica total.
En el caso de una familia con tres hijos, el costo de la canasta básica total se elevó a $ 20.616,77, al tiempo que para no ingresar en la categoría de indigente debió contar con un ingreso de $ 8.246,71.
El estudio oficial subrayó que un hogar de tres miembros, compuesto “por una jefa de 35 años, su hijo de 18 años y su madre de 61 años”, necesitó $ 15.605,31 para evitar caer en la pobreza y esa familia precisó también $ 6.242,13 para no ser considerada indigente.