Resisten desde la trinchera de Palermo

Las retenciones a la soja son hoy de 26,5 por ciento para la exportación del poroto y de 23,5 por ciento para los subproductos y derivados. Según una estimación realizada por CEPA, solo la rebaja de las retenciones a la soja que se viene aplicando durante este año le restaría 8000 millones de pesos a la recaudación, aún con la caída cercana al 30 por ciento que registró la cosecha por la última sequía. La pérdida podría ser incluso mucho mayor si se mantiene el cronograma de rebajas durante el año próximo cuando se espera una fuerte recuperación de la producción.

El presidente Mauricio Macri dijo que no se tocará el cronograma de baja de esas retenciones y ayer en la conferencia de prensa ratificó su postura. “No creo que la retención sea un impuesto inteligente y que nos genere futuro. Al contrario, destruye el futuro. Lo que tienen que pagar todos los argentinos es el impuesto a las Ganancias”, remarcó. Pese a ello, desde la oposición e incluso desde el propio oficialismo reclaman que se frene el cronograma de reducción debido al creciente déficit fiscal. 

El diputado nacional por el Frente Renovador, Felipe Solá, aseguró ayer que se debe poner un freno a la baja gradual de retenciones. “Si todos hacen un esfuerzo, el campo también lo debe hacer”, aseguró en declaraciones radiales. A su vez, el ministro de Economía de la provincia de San Juan, aseguró que el Gobierno Nacional “debería suspender la baja impuestos y retenciones, entendiendo que no es la mejor de las soluciones pero que, en esta coyuntura absolutamente distinta a las condiciones que había en 2016, es lo mejor”.

Otro que dejó abierta la posibilidad de ponerle un freno a la baja de retenciones fue Fernando Sánchez, secretario de Fortalecimiento Institucional de la Presidencia y máximo representante de Elisa Carrió en el Poder Ejecutivo. “Las retenciones son una mala política, lo dijimos siempre. Y en momentos con mayor holgura presupuestaria uno diría que tenemos que cumplir con el compromiso de sacarle la pata de encima al campo porque, además, es un sector competitivo, productivo y federal. Si queremos dólares genuinos pidámoselos a quienes sabemos que saben producir dólares genuinos vendiendo al exterior”, sostuvo. No obstante, el funcionario enseguida matizó: “Tenemos que cumplir con el compromiso de ordenar nuestras cuentas públicas y el Gobierno analiza todas las variables. Yo no soy quién para decir cuál es mejor que otra. Están todas las alternativas sobre la mesa”.

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