En este contexto, hoy la compañía culpa de todos su males lisa y llanamente a sus empleados: "Desde el momento en que adquirió Boston, Tecomar presentó un plan de readecuación de las operaciones existentes en el marco de un proyecto de crecimiento de la marca tanto a nivel nacional como internacional. Las permanentes trabas que se debieron enfrentar desde el comienzo de las operaciones, producto de los altos niveles de hostilidad de algunos empleados, agravaron la situación en la que se encontraba la empresa, impidiendo implementar las mejoras operativas en pos de hacer eficiente la gestión local y permitir avanzar con los planes de expansión", detallaron desde la firma en un comunicado.
Mientras tanto, y según el Banco Central de la República Argentina, a la fecha, Tecomar, sociedad controlante de Boston, cuenta con cheques rechazados por poco más de ,7 millones. A la par adeuda aportes patronales desde mayo del año pasado y cuenta con una deuda con entidades bancarias de alrededor de ,6 millones, toda en situación uno, lo que significa que no se ha atrasado en los correspondientes pagos.
El gremio, por su parte, envió un comunicado en el que señala que los empresarios "pretenden convertir a las víctimas en victimarios" con "denuncias que no tienen ningún asidero".
A su vez, para los próximos días se espera una nueva tanda de despidos y desde el gremio detallaron que recurrirán a la Justicia para frenar estas medidas.
En tanto, desde la empresa detallaron: "Lamentamos tener que tomar esta medida y las consecuencias que implica; confiamos que en un contexto más razonable, donde pueda primar el consenso y el entendimiento, podamos retomar el proyecto de trabajo, hacer sustentable la operación de la marca en Mar del Plata y llevar la experiencia a otros mercados y localidades donde estamos seguros tendrá todo el éxito y la aceptación que ha caracterizado a la Boston y a su rica historia por más de 60 años".
Por lo pronto, muy lejos quedaron aquellos planes de expansión que anunciaban año y medio atrás sus nuevos dueños, Juan Manuel y Pablo Lotero, que incluían la apertura de más de 100 locales y el desembarco en otros países de la región además de Europa y Estados Unidos. Ahora todo es incertidumbre y las perspectivas son muy poco alentadoras.