“Esos mecanismos no solamente se restringen a una residencia puntual, sino también a todo el equipo que trabaja en esa residencia. Ha sido siempre central la capacitación de los promotores para estar alerta a los estándares de cuidado de los niños", dijo Reutlinger.
Este viernes, la mujer denunció públicamente que las cuidadoras del Hogar Otero (que depende del Copnaf) maltratan a los niños que están a su cuidado, e indicó por otra parte que "la alimentación es muy mala".
Por otra parte, el Copnaf informa que intentó comunicarse con la mujer que denunció el hecho, ya que están abiertas todas las puertas de la institución para recibirla y atender sus reclamos. Ya que otro punto de la denuncia de la persona es sobre que intenta adoptar a su sobrino, de dos años, que vive desde el 17 de diciembre en el Hogar Otero, y habría una serie de trabas.
Reutlinger puntualizó que periódicamente se realizan controles en los hogares e indicó que "hay un trabajo de monitoreo que se hace por parte de los equipos de las dos subdirecciones, que son quienes tienen a cargo todos los mecanismos de control y de cuidado, no solamente en lo que hace a los promotores, sino también de las partidas necesarias para los niños: alimentación y vestimenta. Queremos garantizar todos los derechos, ya que son niños sin cuidados parentales, que por alguna razón no pueden estar transitoriamente con la familia o no tienen, por la declaración de adoptabilidad, familiares que puedan hacerse cargo. Frente a este contexto, se trabaja mucho el control".
Sobre la adopción del niño Reutlinger señaló que "son los equipos técnicos los que van definiendo cuál es la progresividad de algunas decisiones en el marco de la intervención. En este caso este familiar tiene la posibilidad de visitar al niño, como también de llevarlo como visita. En todos los casos estas cuestiones son definidas por el equipo de intervención".
Y continuó: "una cuestión asistencial, alguna dificultad económica, por ejemplo, no es uno de los motivos más severos por lo que los niños son separados de su grupo familiar. Generalmente se ve la capacidad de cuidado y la posibilidad de alojar a un niño, que no se remite solamente a un espacio físico".
Como también la mujer denunció falta de alimentación en el hogar. Reutlinger aseguró que "las partidas de alimentación están, en todas las residencias, permanentemente monitoreadas".