EJEMPLOS CONCORDIENSES CON ESPEJO RETROVISOR
Pensemos un poquito, un comerciante, de cualquier rubro, cuánto aumentó sus ventas entre los años 2003 y 2015, año por año, no es necesario que lo reconozcan públicamente, solo que saquen la cuenta. Había inflación sí, pero pocos podrían mostrar documentación que pruebe que sus ventas estaban por debajo de ella.
Ejemplo de ello, es el alta de negocios que crecía año a año, el centro debió ampliarse hacia las calles que cortan Entre Ríos, se amplió la peatonal, en apenas 2 años desde el 2003/05 el consumo de energía creció un 130 % y el crecimiento continuó prácticamente sin bajas y más altas hasta el 2015.
Pero vayamos a los metros cuadrados construidos, recuerde lo que era Concordia en el 2001. Ese año precisamente, el municipio autorizó la construcción de 33 mil mts2, en el 2007, ese número había ascendido a 86.413 mts2.
O al negocio de la madera que, entre 2001 y 2010 creció de modo exponencial, se abrieron un 100 % más de aserraderos en Concordia y la zona, de acuerdo a datos oficiales y del sector.
En materia de obra pública en 2009 Concordia inauguraba obras por 22 millones de dólares, se ejecutaban otras por otros 25 millones de dólares, mientras se proyectaban otras por 10 mill.
Era una época en que la CAFESG funcionaba a pleno y el gobierno K distribuía sus fondos a las provincias.
Eran tiempos en que resultaba difícil conseguir mano de obra especializada en conexiones de gas, pintura, plomería, etc. son los trabajadores independientes que, en esos tiempos se daban el lujo de rechazar trabajos, tenían de sobra, hoy galguean.
Cuál es el estado de situación hoy de los comerciantes, del sector de la construcción, de la obra pública.
Esos comerciantes que mejoraban su servicio con grandes aires acondicionados (nunca hubo tanta venta de aires), vendían mucho y pagaban un 600 % menos de luz.
Entonces, volviendo a “la que tengo la hice yo…”, Sí, nadie lo duda, la hiciste vos, con esfuerzo pero en ese contexto económico.
La Gran Pregunta ¿hoy esa misma gente, puede hacer las mismas diferencias, ganar el mismo dinero? LA RESPUESTA es claramente NO ¿Por qué? Porque cambió el contexto económico, así de sencillo y es lo que prueba que sin el esfuerzo personal nada importante se consigue, pero con el solo esfuerzo personal no alcanza. Hoy los que hacen la diferencia no son los que laburan sino los timberos de las finanzas, los que compran lebac,luego dólares y después fugan.
O sea, si hay un gobierno que apuesta a que el poder adquisitivo crezca en todos los sectores sociales, si ese mismo gobierno subsidia los servicios públicos para que a los que menos ganan les quede un pesito más en el bolsillo para gastar en otros menesteres y si todo esto le sirve al país ya que no afecta sus finanzas ni su crecimiento, al contrario. ¿Qué reprochar?
Claro que, para lograr ese estado de bienestar, los sojeros debían pagar retenciones, las mineras idem, las empresas que pertenecían a capitales trasnacionales no podían remitir sus ganancias al exterior, a sus casas matrices, sin antes dejar algo de ellas en el país, reinvirtiendo de modo de generar más inversión y trabajo, además estaban obligadas a convocar paritarias para discutir salarios que, siempre estuvieron por encima de la inflación, de modo que el trabajador tenga cada mes un poco más.
Claramente se beneficiaba al más débil y el más poderoso debía aflojar un poquito más la mano. Se llegó al punto de que algunas empresas debían repartir entre sus trabajadores un porcentaje de su ganancia.
Se entiende entonces que esos grandes empresarios odien a un gobierno que los obliga a invertir y a repartir algo más de sus ganancias, lo que no se entiende es que los odiadores sean también los beneficiarios de esas políticas.
Si frente a este planteo a Ud se le ocurre argumentar que se la robaron toda y ahora pagamos las consecuencias le pregunto o mejor preguntese…
Los de antes se la robaron toda pero yo pagaba la luz un 600 % más barata y encima con los excedentes de lo que yo pagaba de luz la CAFESG hacía obras millonarias.
Los que gobiernan ahora son pulcros de manos limpias pero y entonces ¿ donde está aquel dinero que antes sobraba y ahora falta.
EN SINTESIS…
Durante los 12 años del kirchnerismo Concordia experimentó un crecimiento espectacular en todo el sentido de la expresión. Ya habían pasado 20 años desde el advenimiento de la democracia y esta ciudad había logrado fama como la ciudad más pobre del país,
Creció la ciudad en infraestructura, en cantidad de negocios instalados, en servicios, en la cantidad de metros cuadrados construidos, en número de trabajadores registrados, en trabajo informal o changas, en producción primaria, en calles asfaltadas y obras cloacales y de agua potable, en construcción de viviendas sociales y a través de créditos Pro.Cre.Ar. en ventas de lo que sea.
La ciudad crecía y crecía tanto como el odio contra el kirchnerismo, o sea el odio contra quien había hecho posible ese fenomenal crecimiento económico pocas veces visto.
Es probable entonces que si ese odiador de ayer utiliza hoy el espejo retrovisor y se anima a hacer preguntas, pueda sorprenderse con las respuestas.
Si es changarìn y por estar cansado de corruptos votó por el cambio y se enrolaba en los que afirman que la que hizo en esa época la hizo con su esfuerzo y nadie le regaló nada, piense que pasa que ahora no consigue changas o, al menos no con la facilidad de antes.
Sus vecinos y con la impronta macrista lo deben estar viendo como un vago al que no le gusta el laburo.
Frente a esa acusación se puede morir de bronca, Ud sabe que es un laburante no un vago pero recuerde que uno es lo que es, pero también lo que los demás piensan de Ud
Pienso en igualdad de oportunidades y la memoria me remite a la cantidad de chicos de barrios humildes a quienes se veía en las veredas con la neetbook, acercándose de ese modo al conocimiento tecnológico. Esa herramienta casi diría imprescindible ya no la ofrece el Estado ¿y entonces? Como se expresa la igualdad de oportunidades de las que se cansó de hablar Macri y sus funcionarios, de la educación de calidad y tantas otras mentiras con las que le hicieron creer a millones que el cambio los iba a favorecer.
Pienso en el trabajador que se enganchaba en los paros contra la yegua que les cobraba impuesto a las ganancias ¿y ahora, que le cobran más que antes sigue teniendo la misma preocupación o está pensando en que en cualquier momento puede ser despedido?
Memoria y espejo retrovisor, es lo que hace falta, además de ir quitándose ese odio estúpido inoculado por quienes de verdad tienen razones para odiar a Cristina, los grandes grupos económicos y los medios hegemónicos a los que intentaba limitar en su poder ilimitado para que, de ese modo, el sistema democrático pueda funcionar sin tutelajes extraños.