VILLA ELISA Y LA VACA
La revista La Vaca realizó un trabajo periodístico en nuestra vecina localidad del departamento Colón a propósito de estos 2 casos de jóvenes con cáncer que llegaron al Italiano.
En la nota, cuentan lo que los entrerrianos ya sabemos, que son varias las ciudades cuyos habitantes padecen los efectos de la utilización de agrotóxicos. Entre ellas, San Salvador, Basavilbaso, Urdinarrain, etc.
En este caso, La Vaca cuenta que….
Después de 2 años, más de 6 viajes y decenas de entrevistas, el equipo del Hospital comenzó a procesar los resultados. “Todos comentan que tienen algún conocido con cáncer”, cuenta Adriana Dawidowski, socióloga a cargo del procesamiento de las entrevistas. “Pero, la verdad, no es una preocupación que aparezca en primer plano. Es una cuestión del pueblo, un tópico que no está en primer lugar porque es una sociedad pudorosa para expresarse en público”.
La investigación generó un espacio en el que los referentes de Villa Elisa pudieron intercambiar sus ideas y poner en común sus inquietudes sobre los determinantes sociales y ambientales de la salud de la ciudad “Los bomberos, como termómetro social, nos decían que conocían mucha gente con cáncer, los médicos describieron varias enfermedades raras en cantidad inusual para una ciudad pequeña (malformaciones congénitas, mesotelioma, zarpullidos, esclerosis múltiple, tumores en general en gente joven, cáncer de páncreas, infertilidad). También varios actores locales atribuyen estas patologías a las fumigaciones en la zona rural circundante a la zona urbana”, cuenta Adriana en relación a las entrevistas.
Aunque en las entrevistas el cáncer no aparecía como problema prioritario de salud, se observa en Villla Elisa la importancia que tiene Alcec, la Asociación de Lucha contra el Cáncer (en muchos comercios está el símbolo de lucha contra el cáncer de mama). No existe en Villa Elisa, en cambio, ninguna asamblea ni grupo de vecinos por el cuidado del medioambiente.
En este espacio en común facilitado por la investigación según las investigadoras comenzaba a ponerse en acción la “inteligencia múltiple colectiva” de la ciudad para abordar los problemas en común, y mostrar que es posible desarmar el mito de “pueblo chico, infierno grande”.
Villa Elisa es una ciudad pujante y orgullosa de su identidad y sus ancestros piamonteses y vascos. Según los villaelisenses “cuando Villa Elisa se pone las pilas va para adelante”.
Esto se vio durante la investigación: en el año en el que se realizaron las entrevistas desde la Municipalidad se creó por ejemplo un grupo llamado “No estás solo” para trabajar la problemática de los suicidios, que es otra de las preocupaciones de los habitantes de esta ciudad.
Los villaelisenses calculan entre 4 y 5 suicidios al año, que lo atribuyen a causas genéticas: “Decían que los piamonteses tienen tendencia al suicidio”.
Según las investigadoras: “Aparecía en primer lugar la idea de que los problemas de salud de Villa Elisa son principalmente genéticos. El cáncer y también el suicidio. Esta es una forma de buscar una explicación mecanicista”. Silvana agrega desde su mirada sistémica: “El individuo está en un contexto cultural, productivo, político, religioso, el ecosistema. Pero al modelo causal tradicional, como es por ejemplo la explicación genética, le cuesta abarcar la complejidad. Es un modelo lineal, horizontal – a partir de un factor del tipo A se produce un efecto de tipo B. La pregunta es: ¿cuál es la metacausa, no horizontal sino vertical?”.
La jornada Construyendo Más salud para Villa Elisa fue el momento de la participación: Unos 60 vecinos se distribuyeron en mesas y discutieron los problemas de salud relativos al modelo. Así, se cruzaron los bomberos con la directora del hospital, la directora de la Asociación de Lucha contra el Cáncer con los de la funeraria, y las maestras de primaria con ingenieros del INTA.
Dice Adriana: “El proceso de investigación-acción participativa busca una mirada del conjunto de factores, tanto los que exponen a la población como los que la protegen. Si hay una sustancia química que me produce cáncer, podría medir la sustancia, pero también podría preguntarme qué es lo que hace posible ese factor de riesgo, y cuáles son las fortalezas de Villa Elisa para prevenir tanto el cáncer como el suicidio”.
Estas asociaciones impensadas dejaron un saldo: “Tratamos de abrir una ventana para poder pensar los distintos factores de manera interrelacionada. Sin una idea directiva: fue una investigación de abrir puertas”.
Desde el Hospital Italiano confiesan: “Los resultados de este proceso de investigación son abiertos. Sabemos que a partir de la jornada del Centro Cultural, se armó un Consejo de Salud de Villa Elisa, convocado por las autoridades municipales, que se encuentra discutiendo y buscando soluciones para los temas de salud que los propios habitantes de Villa Elisa consideran relevantes”.
A medir el glifosato
El quinto hecho inédito: además de este abordaje interdisciplinario, el estudio financiado por el Instituto Nacional del Cáncer contempla medir glifosato en muestras de orina de habitantes de entre dos y tres localidades de nuestro país, que están interesadas en contar con esta información para la gestión del manejo de agroquímicos a nivel local. Es decir, las personas no van a saber sus resultados individuales pero sí el promedio de las muestras que representan –por la forma del muestreo- la realidad del pueblo.