El tramo más polémico, en clave política, estuvo al principio. Varisco inició su informe brindando algunas precisiones nuevas respecto a la herencia recibida en diciembre de 2015. Dijo que la ex intendenta del Frente para la Victoria, Blanca Osuna, le entregó una municipalidad en estado “catastrófico”. “Deudas impagas, obras paralizadas, parque automotor destruido y la ausencia del municipio en los servicios básicos, nos obligaron a llevar adelante un plan de contingencia para dar respuestas inmediatas”, mencionó.
“No ha sido mi conducta la de echar culpas al pasado. Menos aún dividir o enfrentar la ciudadanía, lejos está de nuestro credo político, el de generar pensamientos hegemónicos o autoritarios, no creemos en las divisiones ni en demonizar a quienes no piensan como nosotros. En democracia quien piensa distinto es un adversario, al que hay que convocar al consenso, nunca es un enemigo”, remarcó el intendente.
Sostuvo que la referencia a la herencia no era “para reprochar, ni para justificar nada que acaso pudiera haber quedado sin hacer aún. Decimos esto porque estamos obligados a rendir cuentas, y lo primero que surge de lo ejecutado en el año pasado, es que más de 200 millones de pesos fueron destinados a pagar deudas heredadas. Desde certificados de obra por 111.764.446 pesos hasta publicidad por 1.194.613 pesos, pasando por deudas de alimentos, alquileres, ceremonial, reparaciones y servicios. A lo que debemos sumar una deuda constituida, entre otras por el quebranto del Banco Municipal, que nos es descontada mensualmente de nuestra coparticipación federal. Esa deuda, hoy refinanciada es de 167.159.000 pesos”.
“Como si fuera poco –continuó Varisco- y como si no hubiese paranaenses con derecho a una vivienda digna, cuatro días antes de terminar su mandato, la gestión anterior reenvió al gobierno nacional 22 millones de pesos que habían sido otorgados para la construcción de unidades habitacionales para los que menos tienen”.
Varisco enfatizó que incluía esta mención en su discurso “como respuesta a críticas mediatizadas de aquellos que, habiendo tenido responsabilidad en la función pública municipal en la gestión anterior pretenden decirnos como gobernar”.
“Nosotros no salimos a contestar las críticas malintencionadas, pero damos respuestas a la ciudadanía cuando son requeridas. Esta administración tiene las puertas abiertas. Con humildad digo: no va a encontrarse gestión que haya escuchado más a los ciudadanos”, afirmó. “Hemos escuchado y buscamos dar las mejores respuestas que se pueden logar en una municipalidad que, reiteramos, estaba en la inoperancia. Pero sí: cada pedido ha generado una acción, una respuesta, un expediente, una obra. Así contestamos nosotros”, remarcó en el intendente en el tramo más político de su extenso discurso.
Esa fue toda la valoración política sobre la anterior gestión, que ocupó en total apenas un cinco por ciento de todo el extenso discurso. Una proporción menor si se la compara con el tono que ayer mismos imprimió el presidente de la Nación Mauricio Macri, con un discurso ante el Congreso Nacional que buscó mantener viva la confrontación con la ex presidenta Cristina Fernández y que fue tomada como punto de partida de campaña electoral de Cambiemos para los comicios de octubre.
Varisco, en cambio, priorizó la gestión, con una extensa enumeración de lo actuado durante el primer año de gobierno y su discurso, en general, guardó un perfil institucional, sin interrupciones de ningún tipo de parte de la audiencia de funcionarios, legisladores, autoridades y militantes que anoche poblaron el teatro Municipal.
Siempre en un tono calmo, que no generó casi aplausos y ninguna expresión reprobatorias de la oposición, hizo un par de afirmaciones políticamente significativas, como que la Municipalidad mejoró la recaudación “sin tarifazos”, con un “manejo austero de los fondos públicos”.
En la misma línea no confrontativa, el Intendente valoró la “labor prolífica e intensa” desarrollada en forma conjunto por los tres bloques políticos en el Concejo Deliberante, en un año donde fue noticia el encontronazo del bloque de Cambiemos con la presidenta del Cuerpo legislativo, Josefina Etienot.
Entre otras, mencionó la ordenanza que creó el Marco Regulatorio del transporte urbano de pasajeros, por el cual se regresaron facultades de decisión al HCD, como la fijación de tarifas, la elaboración del pliego de condiciones para renovar el servicio de colectivos.
“Las mejoras de la nueva concesión serán sustanciales”, pronosticó y presentó como un logro la firma de un convenio con la Secretaria de Transporte de la Nación para implementar en breve la tarjeta SUBE en Paraná. “Esto significa que los sectores más vulnerables de la ciudad van a tener una quita en el costo del transporte”, dijo.
Las iniciativas en el tránsito y transporte merecieron también tramos destacados del discurso del intendente donde describió los profundos cambios en el esquema de circulación en la zona del macro y microcentro.
Obras
El intendente Sergio Varisco reafirmó su voluntad de profundizar la idea de un área metropolitana que incluya primero Oro Verde, San Benito y Colonia Avellaneda, y luego Santa Fe con el que se “constituyen el cuarto conglomerado urbano del país”.
El puente con la vecina capital mereció un párrafo especial, en el que consignó las gestiones y avances. En este apartado el presidente municipal apeló a un “gran acuerdo ciudadano” que permita ser pensado a 20 años. Aquí mencionó que se retomó un Plan Estratégico de Desarrollo de la ciudad de Paraná que “lamentablemente fuera abandonado en gestiones anteriores”.
Resaltó la reactivación del barrio Procrear de 600 viviendas en avenida Espejo y gestión de otras 500 más para vecinos con problemas habitacionales. Enumeró también obras viales de acceso a la ciudad y dijo que unas 200 cuadras fueron repavimentadas totalmente y o se realizaron a nuevas.
También describió obras alumbrado, cloacas y desagües pluviales en distintos puntos de la ciudad.