En un acto de campaña desarrollado en Miami, Florida, Trump aseguró que la reapertura de relaciones entre ambas naciones, sostenida por los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, puede ser revocada en un hipotético Gobierno republicano.
"El próximo Presidente puede cambiar esa política y eso es lo que voy a hacer, salvo que el régimen de Castro esté a la altura de nuestras demandas", exclamó el magnate desde el James L. Knight Center.
Las "demandas" del aspirante a habitar la Casa Blanca, son: "Libertad religiosa y política para todos los cubanos".
Meses atrás, Trump se mostró a favor del deshielo alcanzado por Obama y Castro. En marzo de este año declaró estar dispuesto a abrir un hotel en Cuba, por su "cierto potencial para los inversores".
Sumado a esto, el 8 de septiembre de 2015 abrazó la decisión del jefe de Estado estadounidense: "Creo que está bien, está bien, pero deberíamos haber logrado algo mejor".
Este viernes Trump cambió su discurso y lo hizo en un territorio plagado de cubanos, muchos de ellos abiertamente en contra del Gobierno cubano, entre ellos, algunos miembros de lobbys anticastristas.
"Vamos a apoyar al pueblo cubano en su lucha contra la opresión comunista. El pacto de Obama solo beneficia al régimen de Castro", aseveró.
Trump también aprovechó la oportunidad para responder a las palabras de su contrincante demócrata, Hillary Clinton, quien llamó "deplorables" a sus seguidores.
El candidato republicano apareció bajo los acordes del tema Les miserables en el escenario, donde tenía un póster alusivo a la obra homónima. El título escogido: Les Deplorables.
"¡Bienvenidos miserables!", gritó en medio del alborozo de sus partidarios presentes en el James L. Knight Center.