Ayer por la mañana, el ministro de Justicia provincial advirtió por tres llamados intimidatorios dirigidos a la líder de Cambiemos en Buenos Aires. Según Ferrari se trata de “hechos claros, precisos y concordantes vinculados a la decisión política de la gobernadora de luchar contra la corrupción y el narcotráfico en todos los sectores”. Hasta ayer había trascendido un llamado del domingo último al 911 con el siguiente mensaje: “mañana te explota la gobernación de María Eugenia Vidal”.
Horas más tarde, Vidal realizó la misma interpretación que Ferrari: “Lo importante es que sabemos y tenemos la tranquilidad de lo que estamos haciendo y de que es lo correcto. Y seguramente que hacer lo correcto en la provincia de Buenos Aires pone incómodos a algunos sectores, pero es lo que votó la mayoría”, dijo en diálogo con una cadena de noticias norteamericana.
En febrero de este año, la gobernadora había tomado la decisión de mudarse con su familia a una base aérea de Morón. De todas maneras, hasta principios de agosto Vidal vivió en su casa de Castelar, junto a sus hijos, luego de separarse de Ramiro Tagliaferro, intendente de Morón. La mandataria fundamentó su rechazo a utilizar la residencia oficial de la gobernación provincial en “cuestiones de seguridad”. En la entrada del garage de aquella casa de Castellar, donde Vidal ya no vive más, es donde encontraron un cartucho de escopeta calibre 16, lo que para fuentes oficiales fue considerado también una amenaza.
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, no dejó pasar la oportunidad para opinar. “Los vamos a buscar y acabar con el país del vale todo”, escribió Bullrich en su cuenta de Twitter. Tras el comentario de Macri, en las redes sociales rápidamente se viralizó el hashtag #NoNosVanAParar.
Otra dirigente de Cambiemos que se sumó al apoyo a la gobernadora fue Elisa Carrió. La chaqueña, con aspiraciones a competir en las próximas legislativas de la provincia de Buenos Aires, le mandó “fuerza” y atribuyó los hechos a “las mafias”. Los aliados de la UCR también se repudiaron a la situación, igual que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.
No sólo fueron dirigentes de Cambiemos quienes expresaron su repudio por los hechos denunciados. La intendenta de La Matanza, Verónica Magario (FpV-PJ), afirmó que “quien atenta contra la Gobernadora está yendo contra la voluntad popular. Y quien atenta contra una mujer es doblemente cobarde”. Lo mismo hicieron sus pares de Avellaneda Jorge Ferraresi y de Esteban Echeverría, Fernando Gray. También el jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis, con quien ayer la gobernadora recorrió el Hospital Interzonal de Agudos.
El diputado nacional Juan Cabandié repudió los hechos, que calificó como una “barbaridad” y recordó que Cristina Fernández también sufrió amenazas. Además, señaló que recientemente el kirchnerismo sufrió el ataque con bombas molotov y robos en sus unidades básicas.
Desde el Frente Renovador, hicieron lo propio los senadores provinciales Jorge D’Onofrio y Sebastián Galmarini.