En el encuentro se remarcó la firme decisión de la Municipalidad de no permitir la instalación de puestos ambulantes en la vía pública, haciéndose cumplir las ordenanzas vigentes y preservándose el orden en los espacios públicos.
En la continuidad del trabajo en conjunto que se lleva adelante entre los vendedores ambulantes y el municipio, para alcanzar una solución al problema, se definió una nueva reunión para el día viernes próximo.
“Todavía no llegamos a ninguna propuesta positiva”, dijo uno de los vendedores al término del encuentro a Radio Ciudadana. Además sostuvo que no pueden “cortarles la libertad de trabajo”. “De repente fuimos a trabajar y estaba Gendarmería, Policía, como si fuéramos delincuentes”, manifestó.
“Tenemos una persona al frente que es la que habla y somos todos uno. Pero ¿qué pasa? Tenemos 48 horas y vivimos al día. Trabajamos, comemos; no trabajamos, no comemos. Esto es la calle, no tenemos otra entrada y acá hay mucha gente que tiene hijos chicos que viven de esto”, dijo el puestero.
El puestero hace dos décadas que ejerce esa actividad. De hecho, recuerda un antecedente poco feliz. En 2002 fueron llevados por el ex intendente Juan Carlos Cresto a la Ex Estación Concordia Norte. Allí se establecieron en un predio, donde actualmente se levanta el Centro de Convenciones. La iniciativa no tuvo éxito y los vendedores debieron marcharse por la poca venta que realizaban.
Además dijo que fue discriminado cuando abrió el remodelado Mercado de Pulgas dado que no le fue ofrecido ningún box en su interior. “No sé si fue Mabel Barrios (ex secretaria de Gobierno) o Las Pulgas pero que me discriminaron, me discriminaron”, indicó el vendedor.
“¿Y mientras que hacemos? ¿Cómo mantenemos a la familia que vivimos de esto todos? Tenemos hijos menores a los que hay que darles de comer”, reflexionó una mujer que trabaja en la venta ambulante. “Yo, mi plata la tengo invertida en mercadería. Si la mercadería no la vendo…”, dijo sin terminar la frase aunque es más que claro el final de la misma.
