Causa Ilarraz: decide el juez Zoff elevar a juicio o el sobreseimiento

El juez Pablo Zoff, a cargo ahora del Juzgado de Transición Nº 2, deberá resolver, a partir de las presentaciones que hicieron el fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull y los querellantes Rosario Romero y Marcos Rodríguez Allende, por un lado, y del defensor del cura Ilarraz, Juan Ángel Fornerón, si decide la elevación a juicio del expediente o dicta el sobreseimiento.

La causa contra el cura Ilarraz, a quien siete víctimas acusan de graves abusos cometidos mientras fue prefecto de disciplina en el Seminario entre 1985 y 1993, se inició en septiembre de 2012, y entonces intervino como juez Alejandro Grippo. En noviembre de 2014 comenzó a intervenir Susana María Paola Firpo, que hace una semana fue designada transitoriamente en el Juzgado de Transición de Marina Barbagelata, que ahora cumple funciones de camarista. En lugar de Firpo, ahora está Zoff.

El magistrado hace exactamente una semana que asumió en el Juzgado de Transición Nº 2 y ya está a las puertas de adoptar una resolución clave en una causa compleja que salpica de modo directo a los tres últimos máximos jefes de la Iglesia de Paraná: Estanislao Karlic, Mario Maulión y Juan Alberto Puiggari. Los tres debieron testimoniar en la Justicia por esa causa.

“Es una causa compleja, sobre todo por la extensión. Es una causa que tiene doce cuerpos. Obviamente, eso hace que el análisis de toda esa cantidad de pruebas lleve tiempo y que uno tenga que hacerlo de un modo muy responsable. No es igual a las demás causas, pero el tratamiento que se le da a esta investigación es el tratamiento que se le da a cualquier otra causa. Se trabaja con seriedad, se analizan los planteos de las partes, y en base a eso, se resolverá”, dice el juez Zoff.

El jueves, el magistrado recibió la última presentación, de la querella, que al igual que el escrito del fiscal Ramírez Montrull, le pide la elevación a juicio de la causa por los abusos en el Seminario. En contrapartida, el defensor Fornerón se opuso a la elevación a juicio, pidió la nulidad de algunas pruebas y que se dicte el sobreseimiento del sacerdote.

Pero en la opinión de Zoff, en esta etapa lo que debe resolverse es si la causa va o no a juicio. “Estamos ahora en una etapa que podemos considerar intermedia. Está en medio de la etapa de investigación, que ya sucedió, y la etapa del juicio, que en caso de que en esta instancia se habilite, se irá a esa etapa”, apuntó.

“Acá, las partes están discutiendo si hay que ir o no a juicio; la fiscalía y la querella han formulado requerimiento de elevación a juicio. Ante esto, la defensa se opone a ese camino. El defensor Fornerón formuló una oposición a la elevación a juicio, y asimismo planteó la nulidad de unas medidas de prueba. No quisiera adelantar demasiado, pero en su presentación planteó la nulidad de algunas medidas y actos procesales, y asimismo concluye instando al sobreseimiento de Ilarraz”, apuntó Zoff.

Por estas horas, el magistrado está abocado al análisis de todas las presentaciones, con vista a resolver qué camino seguir en la causa Ilarraz. Esa determinación tiene que adoptarla este miércoles.

La sanción de Karlic

Antes de que la Justicia abriera la causa “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, la Iglesia Católica abrió un proceso contra el cura Justo Ilarraz por los abusos en el Seminario.

Fue en 1995 cuando el entonces arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic ordenó investigar los cargos que habían planteado las primeras víctimas.

Concluido ese proceso, en diciembre de 1996 ordenó prohibir a Ilarraz volver a la diócesis de Paraná y tener cualquier tipo de contacto con los seminaristas, dando por probado los cargos en su contra.

Así Ilarraz terminó radicándose a finales de la década de 1990 en Tucumán, incardinándose en la diócesis de Concepción. Allí estuvo, hasta que en 2012 fue suspendido en el ejercicio del sacerdocio, situación que todavía continúa.

El 19 de marzo de 1997 Karlic firmó una nueva disposición en relación a Ilaraz, y dispuso que “transcurra en oración y meditación según los ejercicios espirituales ignacianos (un modo de oración orientado según el método de San Ignacio de Loyola, NdelR) por el curso íntegro de un mes en una casa religiosa que le será indicada en tiempo debido”.

Tercera vía

Ilarraz fue procesado por la jueza Firpo, titular del Juzgado de Transición Nº 2, el 10 de julio de 2015, y ese fallo fue confirmado en abril último por el Tribunal de Juicios y Apelaciones. El viernes 1 del actual, la magistrada consideró agotada la instrucción y corrió vista del expediente al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull, quien está ultimando el extenso pedido de elevación a juicio oral de la causa Ilarraz. El fiscal recibió a EL DIARIO en su despacho el jueves, y mostró el voluminoso expediente de diez cuerpos.

-¿Esta etapa en la que está ahora la causa no colisiona con la decisión de la jueza Firpo, que a principios de julio cerró la etapa de instrucción?

-La jueza Firpo dictó el procesamiento. Consideró que era probable que hayan ocurrido los hechos, teniendo como autor a Ilarraz. Esa resolución fue apelada por la defensa, y confirmada en segunda instancia. Pero lo que termina de cerrar la investigación es el decreto de clausura. Lo que se discute ahora es si la causa tiene que ir a juicio, o procede el sobreseimiento, o una tercera alternativa, que sería continuar la investigación.

-¿De modo que entre la elevación a juicio y el sobreseimiento hay una tercera alternativa?

-En realidad, la defensa no plantea una tercera alternativa. Solamente se opone a la elevación a juicio, e insta al sobreseimiento. Por otro lado, la querella y la fiscalía solicitan la elevación a juicio. Entre el pedido de sobreseimiento y la elevación a juicio está el marco en el que yo tengo que tomar una decisión. Y si fuera procedente, pudiera disponer alguna medida probatoria más, que sería la tercera alternativa. Es una decisión difícil, que tomará leyendo detenidamente el expediente, que es muy extenso y a cuya lectura he estado abocado prácticamente en forma exclusiva.

La sanción de Karlic

Antes de que la Justicia abriera la causa “Ilarraz Justo José s/Promoción a la corrupción agravada”, la Iglesia Católica abrió un proceso contra el cura Justo Ilarraz por los abusos en el Seminario.

Fue en 1995 cuando el entonces arzobispo de Paraná, Estanislao Karlic ordenó investigar los cargos que habían planteado las primeras víctimas.

Concluido ese proceso, en diciembre de 1996 ordenó prohibir a Ilarraz volver a la diócesis de Paraná y tener cualquier tipo de contacto con los seminaristas, dando por probado los cargos en su contra.

Así Ilarraz terminó radicándose a finales de la década de 1990 en Tucumán, incardinándose en la diócesis de Concepción. Allí estuvo, hasta que en 2012 fue suspendido en el ejercicio del sacerdocio, situación que todavía continúa.

El 19 de marzo de 1997 Karlic firmó una nueva disposición en relación a Ilaraz, y dispuso que “transcurra en oración y meditación según los ejercicios espirituales ignacianos (un modo de oración orientado según el método de San Ignacio de Loyola, NdelR) por el curso íntegro de un mes en una casa religiosa que le será indicada en tiempo debido”.

 

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