Las órdenes de captura contra Escobar y su hijo Brian, de 18 años, refuerzan la hipótesis de la investigación, que considera el robo de un fusil como el móvil del crimen. Bermani estaba de guardia cuando fue ejecutado a unos 400 metros de la posición asignada. Le fueron robados el FAL, cargadores del fusil con municiones, un chaleco antibalas y un casco.
Para los detectives judiciales, los homicidas buscaban conseguir un arma de guerra para usarla posteriormente en otro delito. Antonio Escobar tiene antecedentes de estar vinculado con bandas de piratas del asfalto y el robo de blindados, grupos comando que tienen a los fusiles FAL como una de las armas preferidas para sus ataques.
El mayor de los sospechosos ya está prófugo de la Justicia desde 2013; es requerido en una causa de homicidio radicada en Morón. Como informó ayer LA NACION, la esposa de Antonio Escobar y madre del soldado sospechoso fue detenida anteayer en Chajarí en forma preventiva.