Fernández venía de realizar un viaje cuando sufrió la indisposición y fue internada en el Sanatorio Garat. Aparentemente está estabilizada. No obstante, la atención en la terminal habría tardado más de lo previsto.
Según explicó Murga, en cuestión de minutos el paro cardíaco evolucionó dado que la mujer tenía signos neurológicos como las pupilas “vidriáticas y paralíticas”. No obstante, fue reanimada en la guardia y pasó a terapia intensiva. Allí sufre otro paro cardíaco pero salió adelante nuevamente con los signos vitales un poco deteriorados.
Dado los antecedentes, la edad y el viaje prolongado, el profesional indicó que sufre una patología denominada “tromboembolismo pulmonar masivo”. Se trata de coágulos que se forman en una parte del cuerpo, por ejemplo, en una pierna. “Pueden salir a la circulación venosa, ingresar al pulmón y obstruir la circulación pulmonar”, manifestó.
“Se la trata como si fuera un tromboembolismo pulmonar con una sustancia denominada estreptoquinasa que trata de licuar esos coágulos. Aparentemente el tratamiento es exitoso porque ahí recupera los signos vitales”, añadió. “Así todavía el deterioro neurológico tiene una mejoría pero es temprano para evaluar los cambios neurológicos que pudo haber sufrido”, dijo Murga.
No obstante, dijo que el diagnóstico todavía no fue confirmado y hoy se realizarán varios estudios, como un ecodoppler y una tomografía, para arribar al mismo. “Es un paciente crítico y todavía no podemos evaluar el daño neurológico que sufrió a causa de esos paros cardíacos que tuvo”, mencionó Murga.
Fernández, de 60 años, tenía antecedentes de várices y reposo prolongado. “Es la característica más común en este tipo de problemas”, dijo.