Semana decisiva para la ley antidespidos

Lo que aparentaba ser un acuerdo entre los bloques peronistas de la Cámara de Diputados, que terminaría aceptando el oficialismo como el mal menor, sigue sin encausarse definitivamente, pues subsisten las diferencias en el seno de la propia oposición.

El jueves, en el marco del encuentro realizado en el despacho del vicepresidente de la Cámara baja José Luis Gioja, del que participaron Sergio Massa y sus laderos Marco Lavagna y Graciela Camaño; Oscar Romero y Diego Bossio por el bloque Justicialista; y Luis Basterra como vicepresidente del Frente para la Victoria, se había avanzado en modificaciones, incluyendo incluso probablemente una cláusula de retroactividad para las indemnizaciones, con fecha a determinar.

Excluidos de la reunión, los oficialistas deslizaron que eso no alteraba sus planes y estaban dispuestos a apoyar la mayor parte de esa norma, que con los cambios obligaría a una nueva reunión del Senado para darle sanción definitiva, apoyando las modificaciones, o bien ratificando el texto original, con los dos tercios de los votos.

Sin embargo algo cambió el mismo viernes, cuando se supo de la renuencia del kirchnerismo a apoyar los cambios, argumentando que eso dilataba la aprobación del proyecto, en un contexto “creciente de aumento de los despidos”. Es esa precisamente la postura que mantienen los sindicalistas, que se negaron el jueves a asistir al plenariio de las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación del Trabajo, argumentando que lo que se buscaba era continuar con las maniobras de “dilación” del proyecto.

Ausente de la reunión del jueves, el presidente del bloque FpV-PJ, Héctor Recalde, expresó este fin de semana su esperanza de que “aprobemos la ley antidespidos porque es un reclamo de todo el movimiento obrero”, y marcó la trascendencia del tema al destacar “que se hayan reunido las cinco centrales sindicales, que tienen diferencias, pero que tuvieron la grandeza de unificarse detrás de algo que preocupa a todos los trabajadores”.

Recalde ratificó que “hay dos posiciones. Una es la de Massa, que le agrega cambios al proyecto, con lo cual se retardaría y seguirían los despidos mientras tanto. En cambio, si votamos la ley como vino del Senado, en ese mismo momento ya no se puede despedir trabajadores”.

En este contexto es clave la decisión que vayan a adoptar los diputados que responden al Frente UNA, que se referencia en Sergio Massa. Allí hay posiciones definidas, entre los sectores alineados con los gremios, que quieren avanzar con la aprobación del Senado, y otros que insisten con las movilizaciones. El viernes Facundo Moyano, que obviamente está más cercano a la primera alternativa, admitió las negociaciones con el Frente para la Victoria y la búsqueda de un acuerdo con ellos “para que apoyen nuestra propuesta”. ¿Qué postura tiene Sergio Massa ante la dureza del kirchnerismo? Insistió este fin de semana en reformar la ley antidespidos y estimó que podrían aprobar la norma esta misma semana, negando así que se busque alargar la situación. Aclaró que lo que se busca es “darle lo más rápido posible la mejor ley a la Argentina”, y cuestionó el apuro del Frente para la Victoria. Señaló en ese sentido que le causa “gracia la celeridad de algunos cuando en septiembre del año pasado, cuando empezaron a aparecer los despidos, nos trataban de irresponsables por tratar este tema”.

Entrevistado por radio Mitre, Massa dijo que el proyecto podría avanzar con rapidez la Cámara baja. Señaló en ese sentido que podría obtener dictamen el próximo miércoles “y el 12 estar sesionando”.

El bloque Cambiemos aspira a consensuar con el Frente Renovador un dictamen conjunto sobre la emergencia ocupacional, aunque se resiste a aceptar la doble indemnización para los trabajadores despedidos sin justa causa. Sus diputados trabajan para agregar al proyecto un capítulo específico de fomento del empleo para jóvenes y mayores de 50 o 55 años, los sectores con más dificultades para ingresar al mercado laboral.

Además, el bloque oficialista sumaría otro capítulo de promoción de las pymes -algo que el Frente Renovador pretende canalizar a través de incentivos fiscales-, que podrían quedar excluidas de la prohibición de despidos, tal como indicó parlamentario.com.

Cambiemos pretende excluir a las empresas de comercio y de agroindustria de hasta 50 empleados y las empresas del sector de la industria manufacturera de hasta 80 empleados, “siempre que su facturación anual no supere los importes que fija la reglamentación de la ley 25.300” de Fomento a la Micro, Mediana y Pequeña Empresa.

¿Y el bloque Justicialista? Sus miembros están más cerca de apoyar los cambios al texto original, pero coinciden en la necesidad de apurar el trámite y advierten que en última instancia votarán el texto de la ley sin modificaciones.

Ante un eventual veto, Héctor Recalde sostuvo este sábado por C5N que “aunque el presidente está diciendo que la vetaría, me parece muy difícil porque se pondría en contra de mucha gente. Vimos encuestas, 75% está a favor de que no haya despidos ni suspensiones. Hoy, los trabajadores tienen miedo a que los echen”.

El plan de Cambiemos establece que las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Legislación del Trabajo volverán a reunirse este martes para escuchar a representantes de pequeñas y medianas empresas y “especialistas en el mercado laboral”.

El miércoles será el turno del ministro de Trabajo, Jorge Triaca, mientras que el jueves llegaría la firma de los dictámenes, aunque hay pocas posibilidades de concretar una sesión la semana próxima.

La oposición quiere en cambio que el dictamen se firme este miércoles y se llame a una sesión especial para convertirlo en ley el jueves. Las definiciones llegarán sobre la marcha.

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