El domingo fue la última vez que tuvo comunicación con su tía. Sabe que no está herida, pero que la casa que él ayudó a construir está afectada. Aún no ha llegado la ayuda y sus habitantes no pueden entrar ni salir, porque la carretera está destruida. Tampoco saben lo que ocurrió. Rubén fue quien contó a Maritza lo que sucedía en Portoviejo (capital de Manabí) y le pidió que tuviera calma. Ella le contó que no tenían luz, agua ni teléfono y que la batería del móvil se agotaba.
Desde Guayaquil, él asegura que su pequeña tienda de comestibles, abierta hace tres meses, le servirá para mantenerse. Tiene hoy su propia familia, pero tratará de volver a ayudar a la que conserva en San Eloy, donde sus vecinos usan las redes sociales para pedir ayuda. Hasta el momento, las localidades más afectadas son, en la provincia de Manabí: Portoviejo, Bahía, Crucita, Chone, Canoa, Flavio Alfaro, El Carmen, San Vicente, Calderón, Jama, Chirijos, Pedernales (zona catastrófica), Montecristi, Sucre, Cojimíes, Tosagua, Manta, y en la provincia de Esmeraldas: Muisne, Monpiche y la ciudad de Esmeraldas. Conforme avanzan las labores de rescate, el número de muertos y heridos sigue en ascenso. La cifra oficial de fallecidos es de 413 y 2.068 la de heridos. Se ha logrado sacar de los escombros, sólo en Pedernales, a 10 personas. Los bomberos graban estos rescates y los cuelgan en las redes sociales a los pocos minutos.
El presidente Rafael Correa, que ha llegado a Ecuador en las primeras horas de la noche del domingo, ha recorrido Portoviejo y Manta (las principales ciudades de Manabí) y ha hecho un llamado para mantener la fuerza y la unidad. También ha dicho que la reconstrucción "costará miles de millones de dólares".
Ayer, el mandatario ecuatoriano recorrió Pedernales, Jama y Canoa, entre otras poblaciones, y se solidarizó con las familias del lugar. Ahí ha repetido que la prioridad es salvar cuantas vidas fuera posible y "que reconstruir la provincia llevará tiempo".En Quito, mientras tanto, se ha desarrollado, con los ministros que se encontraban en la capital, una reunión de gabinete ampliado, donde se ha aprobado la entrega de 43 millones de dólares a Manabí y se ha anunciado que el país "contaba con una línea de crédito de 600 millones (previamente se habló de 300 millones), de los cuales 160 ya se han solicitado".
La catástrofe se produce durante una crisis económica severa por la caída de los precios del crudo, principal producto de exportación del país.En las últimas horas, los equipos de rescate de Colombia, México, Venezuela y España se han puesto a trabajar con urgencia mientras han ido llegando más unidades desde Argentina, Estados Unidos y Bolivia. Se espera próximamente la llegada de comida, plantas potabilizadoras, carpas y ropa. La colecta interna en Ecuador continúa.
Las emisoras de radio no han dejado de solicitar ayuda para los damnificados, mientras en universidades y en empresas privadas se organizan las colectas. También se han multiplicado las llamadas para que especialistas en emergencia, traumatología, cirugía, psicología, psiquiatría y enfermería, se sumen voluntariamente a las brigadas para atender a los cientos de afectados. Pedro Solines, secretario de la Administración Pública, ha anunciado que una parte de los 10.000 militares movilizados se dedicarán al acopio, logística y transporte de las donaciones. El Instituto Geofísico ha informado de 230 réplicas y ha explicado que la causa del terremoto fue el desplazamiento de dos placas tectónicas.