Tras el reciente atentado en Bruselas, Bélgica, que dejó un saldo de 31 muertos y más de 200 heridos, gobiernos de la Unión Europea (UE) tomaron la decisión de cerrar sus fronteras para "prevenir un nuevo atentado del Daesh en Europa".
La UE llamó a la instauración de un "Gobierno de unión", que pueda autorizar a los barcos de la comunidad internacional a perseguir a los traficantes hasta las costas libias.
Esta actividad denominada operación Sofía, fue lanzada en junio de 2015, pero no puede por el momento inspeccionar y apresar barcos más que en aguas internacionales, lejos de las bases de los traficantes.
Grupos de ayuda a refugiados se retiran de Lesbos
Organizaciones y grupos de voluntarios que prestan ayuda en los centros de refugiados de la isla de Lesbos, indicaron que dejarán de trabajar en los campamentos por no estar de acuerdo con las políticas europeas en contra de los refugiados.
La portavoz jefe de la Agencia de la ONU para los refugiados (Acnur), Melissa Fleming, dijo que estos "están retenidos, no se les permite irse y nosotros no operamos en centros de detención, es contrario a nuestra política, con lo que no ayudaremos a identificarlos y registrarlos".
Los colectivos de ayuda a refugiados han criticado el reciente acuerdo migratorio entre la UE y Turquía que estipula que todos las personas llegadas a Europa huyendo de los conflictos en Siria, Iraq y otras zonas en guerra serán deportadas a campos de detención en el territorio turco.
En contexto
Más de un millón de refugiados llegaron a Europa en 2015, alrededor de la mitad de ellos procedentes de Siria. La mayoría fueron a Alemania.
El colaborador de teleSUR en Europa, Hibai Arbide, informó que el acuerdo entre la UE y Turquía desconoce a todos los refugiados que huyen de la guerra en Siria y los califica de "migrantes irregulares", por lo que serán devueltos a Turquía, violando los acuerdos europeos e internacionales sobre derechos humanos.