Sin balanzas, no hay acceso que soporte el peso de los camiones

El 11 de diciembre pasado, el ingeniero Luis Costa, de la secretaría de Obras Públicas, admitía que la avenida Arturo Frondizi presentaba una cinta asfáltica muy deteriorada, con importantes baches que redundan en un peligro potencial cuando las condiciones climáticas no son óptimas. Un mes más tarde, el 15 de diciembre, una camioneta Ford Ranger, por esquivar los baches en la calzada, perdió el control,  golpeó contra el guardar rail y cayó al vacío.

El viernes pasado se rehabilitó el tránsito en esa avenida. Sobre dicha arteria, desde la rotonda de boulevard Yuquerí y avenida San Lorenzo, hasta su intersección con avenida Presidente Perón, rotonda de Villa Adela, se estuvo realizando diversas tareas de reacondicionamiento y reparación, como el bacheo de la misma.

No obstante, el deterioro seguirá adelante en esa avenida y en las otras, incluso en las calles del casco céntrico, sino se controlan los camiones. “Cuando iba caminando para la zona del Autódromo uno observaba en la zona de los semáforos algunos ‘ahuellamientos’. Tal vez ahora que no existe más la planta de Ayuí, tal vez se ha aliviado un poco. Pero si Dios quiere vuelve a funcionar, creería que venían los camiones bastante pasados porque ves en la zona de los semáforos los ‘ahuellamientos’.  Y esto no es casualidad, es causalidad y la causa es el exceso de peso”, dijo Armanazqui.

Armanazqui dijo que no supo donde se trabó la iniciativa en la gestión del Gustavo Bordet pero descontó que el ahora gobernador no fue quien trabó la sanción de la misma dado que la idea surgió de una reunión conjunta que mantuvo con el ex intendente. “Me invitó a recibir una combi que donó Masisa. Estaba el gerente o uno de los gerentes de Masisa y charlando ahí del tema de transporte hablaban que cumplían con toda la normativa del transporte”, indicó. “A pedido de él, te diría, surgió la iniciativa de empezar con  la balanza y después no sé donde se cortó y nunca pude volver a encontrarme con el expediente”, dijo. En consecuencia, el expediente se ‘perdió’ en la burocracia municipal.

El edil dijo que la aplicación del proyecto de ordenanza es fundamental para preservar la cinta asfáltica. No obstante, admitió que aún no ha hablado del tema con el intendente Enrique Cresto. “Tuvimos muchísimos temas en estas dos semanas que resolver que eran urgentes como el tema de los terrenos y de las viviendas para los inundados. Y nos abocamos a eso”, dijo. Pero recalcó que ni bien terminen de tratar esos temas, insistirá con la iniciativa. Y además sostuvo que pretende hacerlo en forma consensuada con el Ejecutivo porque de lo contrario, “no tiene sentido”.

En primer lugar, el edil dijo que trabajará con Cresto y luego con el secretario de gobierno, Martín Santana, quien tiene a su caro el área de Tránsito y Transporte. En ese sentido, dijo que, al igual que se firmará con Vialidad un convenio para repasar las calles de ripio, podría suscribirse uno similar para que la repartición provincial preste las balanzas en un principio.

Armanazqui sostuvo que lo sucedido con la Frondizi se va a replicar tanto en el Acceso Norte como en la avenida Raúl Alfonsín. “Entran todo pasado de cargas”, mencionó. “A veces también entran al centro. Rompen el asfalto, las cañerías  y eso es todo gasto para el municipio. Bueno lamentablemente hasta que no tengamos la estación de transferencia de cargas va a seguir pasando eso”, recalcó.

Más adelante, el concejal dijo que los camiones que vienen más sobrecargados son los de corta distancia debido a que quienes vienen de otras ciudades tienen más controles. No obstante, cabe preguntarse con qué frecuencia se utiliza la balanza ubicada en las estaciones de peaje. “Acá como las rutas las vuelven a hacer el Estado y no el peaje, estamos en la misma. Cuando les toque hacer la ruta o una  tercer mano, van a ponerse a controlar con las balanzas”, dijo.

En tal sentido, el edil dijo que los responsables a veces no son siquiera las empresas de carga sino quienes los contratan porque les exigen traer una determinada cantidad de kilos sin importar si excede el límite.  “A veces hasta el transportista puede perder el cliente sino se adapta a este tema”, dijo.

La iniciativa establece balanzas móviles para que se ubiquen en lugares estratégicos. Pero lo ideal es que hubiese un acceso exclusivo para el transporte pesado. De hecho se diseñó un circuito tentativo pero está conformado por algunas calles de tierra en mal estado y nunca se puso en práctica. En ese caso, la balanza estaría ubicada en un solo lugar. Además se podría centralizar con otro tipo de controles como las fumigaciones a los camiones que vienen del norte con madera para evitar que lleguen mosquitos que transmiten el dengue disimulados en la carga.

El proyecto

Entre los considerandos de la iniciativa se destaca que es necesario “efectuar un estricto control dentro del ejido de la ciudad, siendo esta la mejor forma de evitar la destrucción de las calzadas, avenidas y rutas recientemente inauguradas como las ya existentes”. Por ello, en el artículo 4º se autoriza al Ejecutivo a “instrumentar la compra o convenios con el estado nacional o provincial y/o alguna ONG de los elementos portátiles para realizar los controles: ya sean balanzas fijas o portátiles y su posterior colocación en los lugares que considere oportunos”.

Asimismo, se recalca que “dentro de sus poderes y facultades delegadas, la municipalidad tiene el derecho y el deber de controlar y restringir el tránsito vehicular y en particular el de transporte de cargas a fin de salvaguardar la seguridad pública y el deterioro de sus calzadas”.

Por ello, el proyecto faculta al Ejecutivo a implementar: “un control de pesaje tanto del vehiculo como de la carga, el peso total o por ejes que en ningún caso podrá exceder los máximos establecidos en las normas nacionales vigentes labrándose las actas correspondientes en caso de infracciones, sin que el ejercicio del poder de policía implique desplazar las competencias de las autoridades nacionales y/o provinciales, con competencia y jurisdicción sobe las rutas”.

 Más adelante se establece que “las actas de infracciones serán remitidas al juzgado de faltas quien determinará el monto de la multa correspondiente…las mismas se aplicarán individualmente y por separado al propietario del vehículo y/o usuario y/o poseedor y al propietario de la carga transportada en el caso que la tuviera”.

Además se señala que “los vehículos y su carga que circulen con peso y dimensiones que superen las máximas admitidas, independientemente de la multa a la que hubiere lugar, serán obligados por las autoridades a descargar el exceso de carga suspendiendo, hasta que lo haga, su tránsito por la vía pública. Los excesos de carga serán transferidos a otros vehículos o descargados en los lugares que indique la autoridad que constate la infracción. La mercadería descargada deberá ser retirada por el transportista o responsable de la carga dentro de los plazos que a tal fin establezca la autoridad. Al afecto se hará constar en el acta el plazo del vencimiento del depósito, atento a la condición de dicha mercadería: perecedera, imperecedera, contaminante o peligrosa. Vencido dicho plazo se procederá de oficio a su retiro”.

Respecto de la recaudación por el pago de multas, según el artículo 5º, “será distribuida de la siguiente forma; el 20 % para la administración municipal y el 80 % para costear las acciones destinadas a la reparación de y reconstrucción de las calzadas afectadas por el uso indebido”.

 

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