Es uno de los sacerdotes que desde el primer momento acompañaron a los denunciantes por los supuestos abusos en el Seminario de Paraná. Actualmente está de licencia de la Diósesis de Paraná: “Voy a seguir acompañando a las víctimas desde otro lugar”, le dijo el padre Leonardo Tovar.
Contó su historia, entre la política y la religión: “Me crié pensando que la Iglesia había tumbado a Perón”, sostuvo. Sobre quienes lo critican por la posición que tomó respecto del sacerdote Justo José Ilarraz, indicó: “Hay fundamentalistas que creen que estamos destruyendo a la Iglesia
"Yo nací en un lugar de convicciones partidarias muy fuertes, por mi padre que fue gremialista en Buenos Aires muchos años. Me crié en un entorno de debate. Siempre sentí una gran vocación de servicio y sentía que la política podía ser el instrumento necesario para llevar una solución a los problemas de la gente.
Yo me considero un converso, cuando conocí a Cristo en al año 93, me dí cuenta que no hay ningún plan económico ni social que le dé respuesta real al hombre, si el hombre no deja a Dios en el centro de su corazón. Yo trabajaba en el Concejo Deliberante a Santa Fe en la presidencia del bloque"", contó el padre Tovar.
"Los fundamentalismos son malos, tanto en la fe como en la política. Dentro de la iglesia hay sectores fundamentalistas, que si estarían en Palestina, serían del ISIS", reflexinó Tovar, quien el viernes pasado se despidió de la parroquia de San Benito.
"Vengo acompañando a las víctimas desde 2010, cuando una víctima vino a pedir ayuda a la parroquia de San Benito y trabajamos en silencio, de 2010 al 2012 que se hizo público el caso Ilarraz para las personas que creen que estamos destruyendo la Iglesia.
"No abandono la lucha, voy a seguir acompañando a las víctimas desde otro lugar', sentenció Tovar.