En quintas visitadas durante la inundación de diciembre de 2015, se han observado daños directos e indirectos en las plantaciones de citrus. Los directos se visualizan en las plantas que estuvieron bajo el agua por un período prolongado de tiempo. Por lo tanto se han secado las hojas hasta la altura que llegó el agua y se perdió por completo la campaña 2016, debido al intenso raleo de frutos.
Entre los daños indirectos se observó que los alambrados perimetrales y los caminos internos de los predios se dañaron, además se depositó una gran cantidad de resaca y palos traídos por el agua del lago de la Represa de Salto Grande. Además los productores que se encuentran cerca del lago utilizan las tierras bajas (inundables) para la cría de bovinos, esta actividad secundaria en los predios de la zona fue muy afectada y obligó al traslado del ganado.