La foto de un nene tirado boca abajo en una playa de Turquía tras el naufragio de dos botes con sirios que huían de la guerra, conmociona al mundo entero.
Ahora, Hollande y Merkel prometen nuevas medidas conjuntas para evitar más tragedias pero Aylan Kurdi y otras cientos de personas que mueren año a año ya no pueden disfrutar de la vida.
En cuanto a Nilüfer Demir, la fotógrafa turca que retrató al niño fallecido en una playa, contó cómo fue el momento en que decidió tomar la imagen. "Cuando vi a Aylan Kurdi se me heló la sangre. Para entonces ya no había nada que hacer. Allí había un cadáver con la camiseta roja levantada y pantalón azul marino. No había nada que yo pudiese hacer por él. Podía darme cuenta por la ausencia de gritos. Lo único que podía hacer era apretar el botón del obturador, e hice la foto en ese momento", indicó Nilüfer.
"A unos cien metros yacía su hermano Galip. Él también tenía la camisa levantada. Pero para Galip y a Tahara, no había ninguna razón, ni chaleco salvavidas, ni guardias, por la que tuviesen que seguir en el agua. Eso reveló el dramatismo del momento. Pero lo único que podía hacer era hacer la foto, y eso hice", relató conmovida la fotógrafa.
Sobre lo que sintió en ese momento, afirmó: "Antes de apretar el botón, sentí un gran dolor y tristeza. Después, que teníamos que mostrar su drama. Mi trabajo es sacar buenas fotos y hacerlo lo mejor que pueda". Y, frente a la indignación que generó la publicación de la foto, consideró: "Hemos tenido éxito".
"He estado trabajando con la agencia de noticias Dogan desde 2003, y en ese tiempo he fotografiado numerosos incidentes con inmigrantes. He sido testigo de su drama, incluso hasta la muerte. He fotografiado los cadáveres que llegan a la playa, donde los encontramos. Están viviendo esto desde hace mucho tiempo. Espero que algo cambie después de lo de hoy", concluyó.