Los firmantes del documento aseguran que han sido “cautelosos y responsables, pero lo dijimos insistentemente, la UCR es un partido popular, federal, de profundas convicciones políticas, institucionalizado y democrático, por lo que no tiene nada que ver con sectores reaccionarios, carentes de todo esbozo ideológico –político”.
Aseguran que en la convención de Gualeguaychú les pidieron que “dejemos de ser radicales”. Acusan a “las autoridades todas, hicieron oídos sordos, eligieron el camino del contubernio” ; “Lo que sucedió este fin de semana, que dejo por primera vez en la historia al radicalismo sin presentar candidato a la gobernación no puede y no debe pasar inadvertido”, dicen.
Frente a esta vergonzosa realidad, en la que no solo han dado un golpe durísimo y artero a nuestro partido, sino y especialmente han privado a los entrerrianos de la alternativa democrática, progresista, popular y ética más fuerte, y han dejado ese espacio librado al mando de inescrupulosos que conciben al pueblo como un mercado, a los dirigentes como un producto y a las ideas políticas como un “focus group”.
Al final este grupo, la Juventud Radical Independiente de Paraná proponen “abrir las puertas de un partido dividido y sometido a conducciones centralizadas sostenidas en estructuras ajenas a las fuerzas de las ideas, alejadas de sus fuerzas vivas, será la única manera de la reconciliación que nos permita renovarnos y avanzar”.