“Con el debido respeto por lo escrito en ‘la Página del Turf’ de un matutino local, autoría del señor Gustavo Rapetti el jueves 21/05, de quien tengo gran consideración como persona, me permito opinar al respecto sin ánimo de generar polémica alguna. También entiendo se debe aceptar y respetar la actividad del Turf si es ejercida con honestidad y consideración por todos los que intervienen en la misma.
Y yendo al grano, al principio de la mencionada nota se menciona a quienes intervienen en el turf y se dice que comienza por el caballo y termina, según lo escrito, en los medios de difusión, aunque la lista es solo informativa. Llegando luego a la conclusión que el participante mas importante es ‘el apostador’, (ergo: el dinero).
Y si lo que mas interesa es el ingreso del “efectivo” habrá de ser complicado eliminar los vicios que pueda traer aparejada una actividad donde desde el vamos se reconoce que lo importante es eso: el dinero.
No niego ver al Turf desde el punto de vista animalista, pero eso no me impide razonar que si la imagen de la actividad está devaluada es por las malas artes de algunos que empañan la acción de otros que pueden ser muchos, y los elementos utilizados para sacar ventajas desleales y en algunos casos delictivas son nada mas y nada menos que por ganar dinero, sea en apuestas o en premios, y esa mancha en la imagen, que dice la nota se debe cambiar, no nació afuera.
El Turf no es como la Ruleta o los Bingos, las Loterías o los Casinos con todas sus alternativas, ahí hay puro azar y no se pone en juego la vida de ningún ser vivo como el caballo que es invitado de piedra en las carreras.
Allí si, el apostador es lo más importante, tanto es así que todo está ambientado para él.
El “doping” ilegal no es una constante pero existe, y mata caballos, y es delito, por eso y muchas cosas mas creo, y estoy seguro que muchos piensan igual, que si el hipismo necesitaba esta Ley para avanzar, bienvenida sea, pero si se sigue ignorando que el principal actor es un ser vivo, que sufre, es exigido y maltratado y no se respetan sus derechos como tal por ganar algún dinero, no se podrá esperar que cambie la mala imagen del ambiente turfístico en algunos lados, pues si el parámetro de la actividad es solo el dinero los vicios serán difíciles de erradicar”.