Aunque los probables nuevos dueños de la Citricola Ayuí ya comenzaron a levantar fruta a través de dos cuadrillas de 70 personas, el negocio no está aún cerrado (tal lo había adelantado DIARIOJUNIO) y sobrevuela el fantasma de la quiebra.
En efecto, en vista de que el acuerdo final tarda en anunciarse, desde hace por los menos 10 días circula con insistencia el rumor de que un grupo de deudores estaría analizando el pedido de quiebra. Los deudores integran una larga lista y van desde los bancos y financieras hasta los trabajadores que, como se sabe suelen ser deudores principales, unos porque sus acreencias están respaldadas en hipotecas y los otros porque la ley los ubica en los primeros lugares entre los cobradores.
En el medio, una larga lista de proveedores (en Chajarí y Concordia los hay desde los $ 300 mil para arriba), la deuda con el sindicato que según lo expresado por Camejo supera los $ 600 mil, más las deudas con la AFIP y el banco Nación.
En fin en ese marco, los tiempos se aceleran, los plazos se achican y, un punto clave es que, si para el 2 de mayo, o sea dentro de muy poquitos días, la empresa no llama a sus trabajadores tanto de cosecha como de empaque, los mismos se darán por despedidos y, a partir de allí comenzaría la cuenta regresiva.
EL ANUNCIO ESPERADO
Según los dichos de Camejo a DIARIOJUNIO, el ministro Schunk le contó que los nuevos dueños ya habrían acordado con la AFIP y el Banco Nación la refinanciación de la deuda que el actual dueño De Narváez (candidato a gobernador de Sergio Massa en la provincia de Bs. As.), tiene con los bancos, financieras, proveedores y deuda impositiva, entre otras.
En este marco, se asegura que mañana martes, llegará Schunk y los nuevos empresarios con la buena nueva y seguramente dando punto final al acuerdo firmado en Bs. As.
Si así resultara finalmente, el fantasma de la quiebra se irá definitivamente y con el, todas las especulaciones sobre el oscuro panorama que se abriría.
Aunque también, vale decirlo, no son todas pálidas, DIARIOJUNIO pudo saber que hay un grupo de trabajadores que, ante la eventualidad de una quiebra, estarían pensando en una propuesta de cooperativizaciòn de esa empresa.
Se trataría de un grupo de obreros de Monte Pilone SRL, en rigor, una empresa que tiene su sede central en la ciudad de San Miguel De Tucumán y que es una subcontratista cuya tarea es aportarle trabajadores a Ayuí.
Esa empresa subcontrata a nada más ni nada menos que a más de 1.000 trabajadores (750 son de monte y 350 de galpones). Un dato elocuente que habla del fenómeno de la tercerización y precarización laboral. Bien, un sector de esos trabajadores discuten la posibilidad de transformar a deuda de la empresa con ellos y utilizarla como capital de trabajo y hacer una cooperativa gigante que pueda garantizar la fuente laboral.
Como dijimos antes, la clave será el próximo 2 de mayo o el 4 que cae lunes. Ese día sabrán si la citación al trabajo los sigue considerando obreros de Ayuí o no.