Ahora parece llegado el momento de retractarse de los excesos de la campaña, como ya intentó mediante unas declaraciones a un canal de televisión estadounidense, en las que se mostraba de nuevo a favor de poner fin al conflicto palestino mediante la solución de los dos Estados. Netanyahu pidió hoy perdón en público por sus comentarios sobre los árabes israelíes, criticados a causa de sus tintes racistas por la oposición de centroizquierda y por el Gobierno de Estados Unidos.
“Sé que mis declaraciones de la semana pasada han ofendido a algunos ciudadanos y a miembros de la comunidad árabe israelí”, admitió el primer ministro en un una reunión con árabes israelíes cercanos a su partido conservador, cuyas imágenes fueron emitidas por las cadenas de televisión. “Pero no fue esa mi intención y por ello pido disculpas”, aseguró.
Netanyahu recibirá esta misma semana el encargo del presidente de Israel, Reuven Rivlin, para volver a formar Gobierno una vez finalizadas este lunes las consultas con los partidos políticos. El líder del Likud cuenta con el apoyo expreso de 67 de los 120 miembros de la Knesset, desde la ultraderecha hasta el centro pasando por los partidos religiosos.