El 20 de febrero pasado LA NACIÓN reveló que días antes de que el Ejército denunciara el robo de un misil TOW 2 del Escuadrón de Caballería Blindado 1 de La Plata, el 12 de enero pasado, se produjo un "faltante" de 19.600 balas de calibre 9 milímetros y 32 en el Batallón 603 San Lorenzo, en Fray Luis Beltrán, a unos 15 kilómetros de esta ciudad. El supuesto robo de balas, que podrían servir para cargar por completo 2000 pistolas, llevó al Ministerio de Defensa a ordenar la suspensión de dos oficiales y cinco suboficiales que estaban encargados de la custodia del armamento y a prever la mudanza del arsenal para su seguridad.
El Ministerio de Defensa decidió luego el cierre de la dependencia militar y ordenó el pase a retiro del director de Arsenales del Ejército Argentino, coronel Hugo Víctor Meola.
A la par del desplazamiento de Meola, un alto jefe de la fuerza, fueron pasados a retiro otros oficiales. Uno de ellos, Guillermo Bonnefous, antiguo jefe del Batallón 603, y cinco suboficiales que estaban a cargo del control del arsenal.