"Si uno va a Misa el domingo y toma la comunión, se le puede preguntar: "¿Cómo es la relación con tus empleados? ¿Les pagas 'en negro'? ¿Pagas el salario justo? ¿Pagas las contribuciones para la jubilación?", dijo.
El concepto de la homilía giró en torno a que los cristianos, sobre todo en Cuaresma, están llamados a vivir coherentemente el amor de Dios y el amor al prójimo. Comentando las lecturas, el pontífice subrayó que es preciso distinguir entre "lo formal y lo real". Para el Señor, observó, "no es ayuno no comer carne", pero luego "pelear y explotar a los obreros".
Por eso Jesús condenó a los fariseos, porque hacían "muchas observaciones exteriores, pero sin la verdad del corazón". "No es un buen cristiano el que no hace justicia con las personas que dependen de él", agregó.