"Salvo el Gobierno de Entre Ríos, que en un “acto de sincericidio”, a través de su Ministro de Turismo, aclara que gastarán no menos de 10 millones, como señala la Juventud Radical de esta provincia, para mostrar en Mar del Plata nuestras bondades, las de nuestro gobernador y, entre otras, suponemos, también promover el turismo.
Cabe aclarar que los otros candidatos, Scioli y Macri, con profusión de colores de sus preferencias, ni mencionan cuanto es lo que usan de los dineros del pueblo en sus campañas electorales, ni de donde consiguen los mismos si no fuera del presupuesto público. Todo esto es además en tiempos de veda electoral, lo que supone pensar, que se multiplicará exponencialmente durante la campaña legal.
Hace solo algunas décadas atrás, en el mismo Gobierno que inició la democracia, el de Raúl Alfonsín, era impensable que se realizaran estas enormes erogaciones sin tener encima denuncias inmediatas por algo que, realmente, y sin eufemismos es una malversación de dineros públicos.
Es que no hay partidas que justifiquen en ningún presupuesto que, dichos montos, serán o deberán ser para sufragar campañas millonarias de sus gobernadores, intendentes o jefes de gobierno. Es irregular y el caso entrerriano es emblemático porque quien realiza estos pagos es un ministerio que además se encarga, por decreto, dejar asentado, el propósito de estas campañas como si por eso hecho se justificara ante la sociedad que dicha acción le dará legitimidad.
Lo que sí queda claro en nuestra provincia que esos actos administrativos, ligeros y sin justificación aceptable, son producto del poder omnímodo que ha logrado el gobierno en donde, sobre 17 senadores, tiene a todos de su lado, amplia mayoría en la cámara de diputados y con lábil funcionamiento los organismos de control. Lo que demuestra que eso nunca más debe repetirse porque atenta contra el funcionamiento republicano y democrático.
Como contracara de eso otros candidatos, los de UNEN, por diferentes motivos, obviamente, para nada realizan esas paradas suntuosas y muestran la verdadera austeridad republicana por un lado y por otro la otra cara de la Moral Pública en la utilización de los recursos del pueblo.
Por allí, en la costa Atlántica argentina, Hermes Binner lanzó su campaña proselitista en un campamento de la Juventud Socialista que, quienes conocemos a estas movidas políticas, sabemos de la frugalidad y austeridad de las mismas. Son verdaderas convenciones de militantes de base, de Universidades y Sindicatos que le dan un contenido entre intelectual y místico contra la fortuna mencionada anteriormente.
Y por otra lado, Julio Cobos, el otro Presidenciable serio de UNEN, dice abiertamente que él “no tiene dinero para hacer ese tipo de campaña”. Realmente, ambos casos, Cobos y Binner, son el reflejo de esa Argentina que dio los mejores ejemplos y testimonios de vida con Yrigoyen, Alvear, Illia y Alfonsín por un lado o con Alfredo Palacios, Juan B Justo o Estévez Boero por el otro.
Quienes han sostenido que la conducta, la coherencia entre el decir y el hacer consecuente, sea un valor principalísimo, porque no podemos hablar de transparencia, de honestidad, de ética política, y hacer lo contrario desde nuestras funciones con los recursos que son de todos en beneficio propio.
Esta es la verdadera división de la Argentina, la de la opulencia desde el estado, con dineros públicos, como es el caso de Buenos Aires, Entre Ríos y la Ciudad de Buenos Aires y por otro la sencillez y la humildad de quienes, habiendo sido Gobernadores exitosos, y porque hacen de la Ética una cuestión de Estado, nos demuestran que esa es la gran división que tiene hoy nuestra sociedad.
Pero para ser más profundo y extender la sinceridad, es también cierto que esto se nota más ahora en periodo pre electoral pero en verdad, durante todos los años de cada gestión, se ha hecho de la propaganda de los gobiernos verdaderos actos políticos para ungir candidatos que mostrar cambios que signifiquen que la Argentina camina hacia el Desarrollo Económico, son todos maquillajes que quedan patéticamente reflejados en las carencias de todo tipo que aumentan como es el caso específico de Buenos Aires.
Pero no sería honesto en plenitud si no señalara algo que es sospechoso y que es la ausencia de análisis críticos de algunos medios de llegada nacional, intelectuales?, ?personalidades destacadas, que nada dicen de estos excesos pero que sin embargo gastan “litros de tinta” “horas de aire” programas de radio y tv, para marcar la falta de acuerdo en UNEN de quienes se olvidan de algo esencial de la aritmética y que es sumar las posibilidades de todos sus candidatos qué es lo contrario de las individualidades de Scioli, Macri o Massa que ya llegaron a lo máximo que podían dar.
Parece que los sectores dominantes (el poder), a través de la maquinaria de propaganda y de recursos financieros, pretenden clausurar nuestra capacidad de pensar y actuar, y elegir ellos en vez del pueblo".