"Es un paso más hacia adelante, que nos convoca a todos a mantener viva la memoria y no sólo en los manuales", dijo a Télam la directora de Derechos Humanos de Goya, Alicia Cassabone.
La funcionaria destacó que las señalizaciones "contribuyen a demostrar que el ejercicio colectivo de la memoria interpela a candidatos que le mienten a la sociedad al decir que los derechos humanos son sólo una etapa o un curro".
"(Mauricio) Macri y (Sergio) Massa mienten por desconocer que las leyes y la jurisprudencia, así como la memoria señalizan un rumbo que es imparable, como el de los juicios y los derechos humanos como política de estado para siempre", indicó la directora de Derechos Humanos.
La Casa de los Murciélagos funcionó como una comisaría de la Policía de Corrientes, donde los grupos de tareas de las fuerzas conjuntas destinaron detenidos de la dictadura y constituye el segundo sitio de la memoria señalizado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación en la localidad ubicada a 220 kilómetros de la capital.
"En ese centro clandestino solamente en el año 1976 se secuestró a unas veinte personas, en su mayoría profesoras, alumnas y alumnos y sacerdotes del instituto de formación docente José Manuel Estrada, que dependía del obispado", relató Cassabone.
Y destacó que por entonces "la diócesis estaba a cargo del obispo tercermundista Alberto Devoto".
En el acto desarrollado en el predio cercano al Puerto Boca sobre la ribera del Paraná, estuvieron presentes el intendente, Gerardo Bassi (FPV), un equipo del Archivo Nacional de la Memoria y del área de Sitios de la Memoria dependiente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, así como un multitudinario público conformado por el colectivo de organismos de Derechos Humanos de esa zona de la provincia.