“La pretensión primera es terminar con los carritos recolectores de basura tirados por caballos, evitando su maltrato permanente. Está claro que no solo los animales son las víctimas de este sistema, sino también aquellas personas que ejercen sin contención alguna, esta tarea de recolección de residuos. Ni caballos esclavos, ni humanos excluidos” señala una campaña nacional en este sentido", explicó Magni.
"Tenemos ahora una buena oportunidad de dar respuesta a tantos pedidos formales en este sentido. Los depósitos están repletos de motos secuestradas que el gobierno prevé destruir, proponemos primero hacer un censo entre quienes se dedican a la recolección informal de residuos, y desde el municipio ceder en comodato aquellas que no hayan sido reclamadas, previa adaptación para tal fin y dentro de toda normativa legal”, señaló.
“Se requiere planificación y acompañamiento, ya que muchas veces se trata de la única fuente de ingreso de estos trabajadores. Prohibir sin más, sería castigar la pobreza, por el contrario brindarles un recurso mejor para que este trabajo sea un poco más saludable, brinda la posibilidad de abrir un diálogo con el sector y dignifica su tarea, mientras evita que los animales también sean víctimas de la exclusión” sostuvo Magni, entrevistada por algunos medios radiales al respecto.
En su proyecto, Magni expresa que la iniciativa es un aporte que procura eliminar un “cruel estigma de desigualdad y que da cuenta de una exclusión, dignificar al recolector informal de residuos, erradicar de esa tarea el uso del carro tirado por caballos y evitar la presencia de niños o niñas en la actividad”.
Existen varios antecedentes en otras ciudades del país e inclusive en Paraná, donde se resolvió ir realizando gradualmente el reemplazo de los carros por motovehículos también.