Capellino está acusado de haber participado en su condición de médico en tres homicidios cometidos en 1976 y 1977, al ser el encargado de “controlar el estado de salud” de los presos políticos desaparecidos Juan Alberto Osuna, Carlos Fernández y Pedro Sobko durante las sesiones de tortura a que eran sometidos en el centro clandestino de detención que funcionaba en el Batallón de Comunicaciones del Ejército en Paraná, como así también por vejaciones cometidas contra Sergio Gustavo Hennekens.
El profesional, que fue procesado en septiembre del año pasado por Ríos, ya había solicitado en otras oportunidades la excarcelación alegando problemas de salud, una práctica sumamente habitual en las defensas de los represores.
La causa que investiga su actuación en las muertes de Osuna, Fernández y Sobko constituye un desprendimiento de Área Paraná, la cual desde el lunes atraviesa su instancia de plenario oral y público.
La resolución firmada por Ríos y el secretario Juan Rosas Paz establece que Capellino, de 68 años, deberá cumplir la prisión domiciliaria en su domicilio ubicado en la Avenida Congreso 2.540, piso 3, departamento A de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.