Razones son pocas, pero convincentes. Miles y miles de Kilómetros, en busca de que los funcionarios actuaran, ya que son quienes tienen el poder de policía, pero las respuestas siempre fueron tardías e ineficientes, no solo en los organismos fitosanitarios, sino en nuestra Justicia, que nunca va al ritmo de la producción, siempre con sus tiempos de tortuga y con interpretaciones intermedias, cuando lo que se necesitaba eran acciones inmediatas y efectivas, solo pedíamos que se cumpla con la ley.
Y ahora? Si nuestra producción resulta afectada, en pocos años solo será un recuerdo; miles de trabajadores, ya no podrán dedicarse a la actividad, las consecuencias son harto conocidas.
Quienes se hará cargo de estas consecuencias, no solo económicas, sino sociales?
El ánimo de los productores no es el mejor, reconociendo muchos de ellos, que también dentro del sector hay detractores, quienes pese a las advertencias, han hecho caso omiso, y compraron plantas de viveros a campo, expresamente prohibidos por la Ley, con riesgos para todos. Siendo los únicos beneficiarios los viveristas, que solo piensan en su negocio, pero con una visión muy limitada, ya que matarán a sus propios demandantes, una locura.
La acción de los organismos sanitarios fue insuficiente, hoy se deben implementar medidas correctivas ya no preventivas, se perdió un tiempo irrecuperable, la justicia no hizo lo que debía, en tiempo y forma, solo nos queda nuestra acción, la que sin dudas será enérgica e inmediata.
Creemos que en esta instancia, los Municipios, deberán estar trabajando a nuestro lado, en tareas de capacitación, difusión, en fin, defendiendo la actividad, que da sustento a los mismos.
Como todo hombre de campo, la esperanza es lo último que se pierde, por eso pedimos a los productores honestos, que se acerquen a las Asociaciones, a informarse, y que se preocupen y ocupen de difundir la gravedad de la situación, evitando realizar plantaciones de material no provenientes de viveros bajo cubierta.