Según informa su presidente, Eduardo Asueta, los objetivos del programa son “crear espacios de emprendedurismo y empleo, lograr mayor integración económica y evitar los daños de contaminación de aguas y los daños en el sistema de desagües cloacales que produce el aceite vegetal usado cuando es depuesto de forma irresponsable”.
“El aceite desechado por los desagües afecta el funcionamiento del sistema cloacal de la ciudad, y un litro de aceite vegetal usado puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua potable. En materia medioambiental es preciso pensar en dispositivos que contribuyan a una mayor responsabilidad ecológica de los vecinos, y este proyecto va en ese sentido”, precisó.
Por otro lado, Asueta informó que actualmente funciona un servicio de recolección de aceites usados pero sólo para grandes generadores que son recogidos por una empresa, y reciclados en otra ciudad.
“Por el contrario, en este proyecto buscamos involucrar también a la ciudadanía concordiense en la deposición responsable de estos desechos, y además intentamos que esos desechos que tienen valor económico sirvan para generar actividad económica y puestos de trabajo en nuestra ciudad, a través del emprendedurismo ecológico, sea para autoabastecimiento de comedores, clubes, cocinas, o bien, para su posterior comercialización a través de la casa de Isondú, o bien directamente, en las farmacias y supermercados”, manifestó.