REY PURULLA
Ante escribano dijo “quiero expresar que me veo obligado a recurrir a este escrito debido a que hasta la fecha he solicitado la ampliación de mi declaración, sin haber obtenido una sola posibilidad de hacer uso de mi derecho”.
Dice también el gendarme “que hasta la fecha (el 15 de mayo, o sea hace menos de un mes), ha sido imposible acceder a la totalidad de los cuerpos del expediente y que el juzgado interviniente solo brindó acceso a los dos primeros cuerpos, situación que considero una total violación a mis derechos”. Entre otras cosas Purulla asegura que no ha podido apelar muchas resoluciones pues el juez le tiene vedada la posibilidad de acceder al expediente completo.
Purulla dice “por mi condición de descendiente de los pueblos originarios surge una actitud discriminatoria por parte del juez…”, cuenta también que quiso apelar una resolución del juez y ‘no pudo ser realizada porque el juzgado no posibilitó el acceso a ese cuerpo del expediente”.
Acusa además de otra gravedad “quedará demostrado la manipulación de las conversaciones y la transcripción de las mismas para inducir al juez a una interpretación errónea”. En otras palabras, dice que el juez se está basando en documentación falsa.
Peor, dice “pongo en conocimiento que luego de mi declaración indagatoria del 13 de marzo, las mismas fueron publicadas en internet poniendo en riesgo mi vida y la de mi familia, habiendo recibido presiones para que me retracte en relación a lo que dije de Massalin…” y agrega y alerta al juez sobre algo tenebroso…
“Se y conozco de las actividades desarrolladas por esta multinacional para cumplir con sus objetivos y es evidente que en el inicio de las investigaciones la mayoría de las informaciones fueron aportadas por esta compañía porque resulta inverosímil que un funcionario redactara un informe con esas características, donde se expresa que fue una denuncia anónima, cuando en todos lados salió que el denunciante había sido la tabacalera Massalin”. O sea, gravísimo
Porque además Purulla le da al juez el nombre, Carlos Bolatti, el hombre que investiga para la multinacional y que obtuvo información de modo ilegal interviniendo teléfonos sin autorización judicial. Para más datos, el gendarme le cita al juez Seró los delitos cometidos por esa empresa “evasión, armado de causas, instigación al delito con la compra de productos apócrifos y la obtención ilícita de pruebas”.
Y además le aclara que todas esas denuncias no las pudo efectuar judicialmente porque en la fuerza (que obviamente trabaja en tándem con la multinacional), lo “transfirieron” internamente, lo que incorpora un nuevo elemento de sospecha a esa connivencia espuria entre una fuerza del Estado y una empresa particular que defiende un interés propio.
LA ESPOSA DE MOLINA DENUNCIO AMENAZAS Y COIMAS Y LA FISCAL LA DESESTIMO
La mujer de Molina, el único detenido, María Alejandra Isolabella, denuncia haber siso extorsionada mientras su esposo estaba detenido en el Santario Garat, da el nombre de la persona supuestamente un gendarme a la que le debe entregar $ 40.000, pero que el pedido era de $ 120 mil. Esa conversación está grabada y fue aportada al juzdo.
Sin embargo, la fiscal Squivo “desestima la denuncia y el archivo de las actuaciones , entendiendo que la misma obedece a una planeada estrategia defensiva a fin de mejorar la situación procesal de Molina…” y agrega “la defensa de Molina no vacila en usar cualquier recurso, aún los más bajos y repudiables, para tratar de beneficiarlo o al menos arrojar sospechas sobre todo lo que es materia del proceso penal que se le sigue…” e insiste con el argumento del secuestro de cigarrillos y marcas adulteradas y que, entiende que con eso ya está y no hay más nada que decir.
Muy extraño el argumento ya que es obvio que el abogado y el defensor tienen derecho a defenderse del modo que sea, pero si hay denuncias tan graves como estas que coinciden y van en la misma línea de Purulla y de otros personajes que declararon en la causa y que, en muchos casos no se conocen entre sí, así como la negación del derecho a acceder al expediente (que también aquí el abogado Daniel Cedro denuncia), es extraño, más aún que el juez Seró haya avalado el pedido fiscal y archivado la denuncia.
Esta historia continuará y amenaza con destapar más chanchullos, incluso en la justicia que, según estos dichos ante escribano público (ya que al juez no le interesó saberlo en vivo y en directo), el juzgado que el conduce le está negando a los acusados la posibilidad de defenderse bien. O sea, si es cierto que no les permite el acceso a los expedientes, no hay más nada que hablar.