PREDADORES DEL RIO : La policía incautó 200 Kg de dorados y bogas capturados con trasmallos

LA DETENCIÓN SEGÚN INFORMACION POLICIAL

Luego de haber pasado toda la madrugada a la intemperie, los disfrazados hombres de la ley a las  -06,45 horas-, escuchan el ruido del motor de una embarcación que se abría paso en la densa neblina, hasta llegar al pedregullo de la costa, donde simultáneamente aparece un vehículo que ya había sido registrado su paso por los incógnitos policías en el ingreso al conocido lugar de público esparcimiento, tratándose de un VW Golf, color rojo, patente AYX 214, que ingresó directamente al desembarcadero al encuentro, para en escasos minutos cargar no solo personas que venían en el bote, sino también otros pesados bultos, saliendo raudamente a pesar de la poca visibilidad, a la vez que se escuchó el ruido del motor de la lancha que se internaba nuevamente al río.

Por razones de competencia jurisdiccional no se actuó en el lugar a pesar de contar con el factor sorpresa, pero si se dio aviso radial al resto del personal desplegado sobre calle Intendente Pedro N. Urruzola, a fin que intercepten a dicho rodado, lo que se efectivizó a unos 1500 metros de distancia del camping.

Al interceptar el vehículo se pudo saber la identidad de los cuatro ocupantes, siendo identificados como CRISTIAN ALBERTO (40), MIKEA NAHUEL (18), RAUL DARIO (34) y MARIO DARIO (33), todos oriundos de Concordia, a quienes se les requirió que exhiban lo que transportaban.

Al abrir el baúl, se constató la existencia de cuatro bolsas de arpillera plástica y un tambor de plástico azul con varias especies de pescado, más dos (2) trasmallos, un cuchillo, dos linternas, un chaleco salva vidas, un reel y cuatro cañas de pescar.

Por tal motivo se les exigió el permiso de pesca pertinente, ya sea deportivo o comercial, en este último caso la guía de traslado y demás requisitos previstos en Ley de Pesca N 4892, pero lógicamente la respuesta era de esperar "no poseían nada que los habilitara a la nocturna incursión pesquera".

Se procedió entonces al secuestro de los elementos de referencias, empleados para la pesca clandestina, como así también al decomiso de veintiún (21) dorados y cuatro (04) bogas de grandes dimensiones propias del sector ribereño, ascendiendo a un peso cercano a 200 kilogramos.

Se labró el acta de infracción respectiva, por el uso indebido de herramientas prohibidas para la pesca, ya que por reglamentación de CARU, desde la represa hasta salto chico no se pueden utilizar ese tipo de redes, más  allá del transporte ilegal, y de la inexistencia de habilitación de pesca, oportunidad donde los nerviosos masculinos expresaron haberlos pescados en la zona prohibida empleando las redes incautadas, las cuales por si fuera poco estaban fuera de la legalidad vigente, por su dimensión y tamaño de apertura, además de reconocer la frecuencia de sus excursiones furtivas.

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