El director de Desarrollo Eléctrico de la Secretaría de Energía de la Provincia, Francisco Padula, dijo que la reunión fue positiva por el interés de los concejales de “ponerse al frente de esta demanda de la ciudadanía”. Y, por el otro, de parte de los empresarios que se hicieron presentes “sin ninguna obligación” para dar las explicaciones pertinentes. Los mayoristas explicaron que no tienen posibilidad de abastecer la demanda de los usuarios de garrafas. “Hay días que directamente no tienen disponibilidad de garrafas para la venta”, dijo el funcionario. Un cálculo que se tiró sobre la mesa es que la mitad de la venta total de garrafas es cubierta por la social y la otra a precios de mercado.
Por su parte, el vicepresidente del Concejo, Mariano Giampaolo señaló que el encuentro fue “acalorado” porque no se pudieron poner de acuerdo con respecto a la cantidad de garrafas que venden a precios subsidiados y de mercado. Los comerciantes sostuvieron que venden más a $ 16 que al triple de ese precio. “Y nosotros les decíamos que no, que las denuncias que venimos recibiendo son lo contrario. Mientras nunca falta para distribución domiciliaria, sí falta para vender en planta”, señaló.
Respecto de cómo afrontar de manera equitativa el reparto de las garrafas, teniendo en cuenta que no pueden abastecer la demanda por completo, se convino en que el Concejo Deliberante “tendrá una presencia física” en las plantas de envasado. De esa forma, los ediles podrán constatar la forma en que venden las garrafas.
“Acordamos empezar a llevar un registro de la cantidad de garrafas que se venden en planta con nombre, apellido y DNI en la medida en que lo puedan hacer porque a veces se pone complicado. Y cuando la gente no encuentre gas a $ 16 en planta, Flama Gas y Total Gas se comprometieron a entregar un número a la persona que fue rechazada para que al otro día, si hay stock o el día que llegue el camión, pueda retirar esa garrafa”, explicó Giampaolo. Por esa vía se deberán vender de 1.800 y 2.000 garrafas por mes para los sectores más necesitados.
Los mayoristas sostienen que se venden cerca de 1.800 o 1.900 garrafas de 10 kg. a $ 16 en planta por semana cuando la ciudad necesita cerca de 50.000 garrafas por mes. “El tema es que se produce determinada cantidad de gas en boca de pozo, eso pasa a los fraccionadores, de los fraccionadores a los distribuidores y ahí es donde hay cupos asignados, en las distribuidoras”, indicó el secretario de Desarrollo Eléctrico. A eso se añade además que los mismos distribuidores deben derivar parte del cupo a Federación, Chajari y parte del norte entrerriano. “Cuando recibe un camión con 1.000 garrafas, 500 quedan acá y 500 siguen viaje”, dijo.
El reparto a domicilio, según los empresarios, no tiene la mayor incidencia respecto del total de las ventas. Según explicaron, tienen dos camionetas en la calle con 20 garrafas cada una. “Son 40 garrafas en la calle para atender con radiollamadas la demanda que personas que no se pueden acercar siempre que tengan el poder adquisitivo”, indicó Padula.
El costo del servicio a domicilio ronda los $ 30. Padula señaló que el Concejo no puede intervenir en la determinación del mismo y que los empresarios lo defendieron alegando que es lo que cuesta realmente. En cambio, Giampaolo reiteró que siguen estudiando la posibilidad de regular los costos del reparto definiéndolo como un servicio público tal como los colectivos, los remisses y taxis. En ese sentido, citó el caso de un vecino de La Bianca que le cobraron $ 32 por el flete de una garrafa y el doble por pedir dos cuando son transportadas en un mismo viaje. “En ese caso, paga $ 64 de flete cuando la camioneta llega una sola vez. Eso es repudiable y es lo que vamos a tratar de regular de aquí en adelante”, señaló.
Al mismo tiempo, el edil sostuvo que pedirán a la Secretaría de Energía a nivel nacional que incremente el cupo de gas subsidiado para Concordia y la zona de influencia.
Pero donde se descarta completamente cualquier tipo de intervención es respecto de los pequeños comercios que compran en los mayoristas a $ 16 y la revenden aplicándoles un 200 % de recarga. El problema allí radica en los clientes que deciden convalidar esa práctica adquiriendo gas envasado a precios prohibitivos.