El jefe de ministros consideró que "no cabe duda que hay una demanda social, un hartazgo social por la interrupción del tránsito por núcleos reducidos de manifestantes que generan inconvenientes en el desenvolvimiento del tránsito", por lo que aseguró: "Somos respetuosos de este tipo de iniciativas".
En cuanto al señalamiento de jueces y fiscales que indican que ya exista una figura en el Código Penal para actuar en este tipo de manifestaciones, Capitanich señaló: "¿Por qué, entonces, no actúan?".
Por su parte, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, sostuvo que "hoy ya nadie discute" la política iniciada por Néstor Kirchner en 2003 de no reprimir la protesta social, pero consideró que ya es momento de debatir cómo se realiza "sin perjudicar los derechos de los terceros".
Para el funcionario es un "avance en la práctica política de los argentinos", ya que "nadie plantea volver a reprimir la protesta social, a la manera de como se hacía antes del 2003".
"Me parece muy bien que se discuta. Nuestros diputados han presentado un proyecto para generar el debate. Yo creo que es muy loable que Argentina esté discutiendo este tipo de cosas", manifestó.