Control de Precios: ¿Que es lo que molesta? ¿El bombo, o la información de los folletos?

(Carta entregada por agrupaciones a los comercios el día sábado)

Estimado comerciante/ empresario:

Somos vecinos de la ciudad de Concordia, con la característica que desarrollamos, además de nuestras actividades laborales, tareas de militancia política. En el día de hoy la misma consiste en una jornada de concientización dirigida a nuestros conciudadanos en referencia a advertirlos sobre aquellos aumentos desmedidos e injustificados que algunos realizan bajo el pretexto de una supuesta inseguridad y falta de previsibilidad en el proyecto político económico del gobierno. Sumándole a esto algunos “acomodamientos” en función del precio del dólar en productos sobre los cuales dicha moneda no tiene ninguna injerencia.

Instamos, en este trabajo a los vecinos, a comprar en aquellos lugares donde hay precios acordados y precios cuidados. Ustedes han realizado acuerdos con el estado para que ello así ocurra. Les pedimos, en esta hora particular que vive la patria, el máximo de solidaridad posible. Hay, como dijimos, precios acordados y precios cuidados, que triste sería que el que venga a comprar se encuentre con que no están dichos productos, no son repuestos o se limita su acceso indebidamente.

Estas operaciones no las imaginamos, en muchos lugares están ocurriendo. ¿Cuál es el objetivo? Sin dudas que perjudicar al pueblo. Ese mismo pueblo que todos los días concurre a estos negocios a realizar compras. Que no prime el apetito desmedido de obtener máximas ganancias bajo cualquier circunstancia por sobre la actitud responsable que indica que, sin dejar de obtener ganancias, no debemos aprovecharnos de la situación de vulnerabilidad que generan determinadas acciones sobre los sectores mas sensibles. Como militantes políticos del campo nacional y popular estamos en contra y repudiamos cualquier tipo que actitud que constituya un saqueo de los bienes e ingresos de las personas. Vengan estos del lado que vengan.

No quedan dudas que este gobierno aumento de manera notable la capacidad de consumo de los sectores históricamente postergados. Ustedes son empresarios y comerciantes, pueden dar fe de esto mejor que nadie.

Por último, la actividad que estamos realizando frente a su negocio o empresa tiene por único objetivo distribuir unos folletos que a lo mejor pueden colaborar a mejorar el acceso de nuestros vecinos a los bienes y productos acordados por ustedes con el gobierno.
Por una patria más justa, más libre y más soberana y para felicidad de todo el pueblo

Peronismo Militante, Movimiento Evita, La 75, Partido Justicialista

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OPINIÓN: por Rodrigo Peña

El comunicado de las agrupaciones habla por si solo respecto de cual era la actividad que se estaba realizando frente a los comercios. Sin embargo, no quisiera dejar pasar la oportunidad de invitar a la reflexión, acerca de la necesidad de conocer al otro, de entenderlo, y así poder comunicarnos. Pues, ante lo que nos encontramos, es un caso más de esos donde dos sectores sociales separados por cuestiones económicas, culturales y hasta geográficas, no logran mantener un diálogo, solo por prejuicios.
Allí estaban los militantes, llevando adelante una tarea cívica inobjetable, advirtiendo a clientes de algunos comercios, que dentro de esos locales había productos a bajo costo, que podían encontrarse bajo la denominación “precios cuidados”. El problema, desde el punto de vista del CCISC era que lo hacían con bombos y banderas y en otras palabras “bochinche”.

Es lógico, no debería llamarnos tanto la atención, se trata de militantes populares, que vienen de los barrios postergados de la ciudad, a hacerse ver con toda su mística, la que, para quienes manejan el mismo lenguaje cultural, es siempre bien recibida. Eso mismo, que para unos es mística, pasión y alegría, para otros es “bochinche y hasta violento”. Quizá, si hubiera habido menos prejuicios, el “bochinche” no hubiera impedido que esa señora del centro que según el CCISC se fue atemorizada, conociera un derecho que tiene, que estos militantes intentaban contarle.

Quizá haya colaborado con ese prejuicio, el relato mediático de las “juventudes hitlerianas”, agitado desde la pantalla de TV por el periodista Mariano Grondona y Joaquín Morales Solá: (si sabrán ellos de hitlerianos y represores)

Quizá sea mucho esperar que las clases altas y medias los entiendan, y tengamos que apelar una vez más a que sean los de abajo, los que siempre tienen que entenderlo todo, los que siempre tienen que bancarse todo, que sean una vez mas los tolerantes. Quizá, ellos lo hagan; quizá dejen su bombo colgado en la unidad básica, con tal de concientizar a los otros, los que no toleran su mística, pero que igual que todos necesitan conocer sus derechos.
Posiblemente lo hagan, pues, llevan en su casaca una frase que dice “La patria es el Otro”. Ahora bien, sería lamentable y hasta vergonzante, para ese Otro, que lo asuste más un negrito con un bombo que intenta cuidarle el bolsillo, que la caja registradora que no registra los acuerdos de precio, las góndolas vacías, y los depósitos secretos.

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