“Es imposible que tengan una arteria de ingreso y egreso por la misma”, dijo el responsable de Tránsito. “Me parece que son demasiado angostas las calles\», dijo. Al mismo tiempo, se preguntó: \»si tenemos un casamiento en la Catedral, ¿no va a poder entrar el auto? ”.
En cambio, manifestó su posición favorable a ceder una arteria de ingreso como Urquiza y otra de retorno como Pellegrini o San Luis pero sin ser exclusiva para los ómnibus. “Me parece que es más viable”, dijo. En ese sentido, las calles de retorno podrían ser ambas para que las líneas que deban desviarse a la zona este corran por Pellegrini y las que deban transitar la zona oeste lo hagan por San Luis.
Lo más complejo, para Tránsito, es el sector céntrico. “Es complicado para el estacionamiento, para el peatón, para el pasajero, para las empresas que tienen muchas colisiones en los lugares de giro”, indicó. Por ello, estudian la posibilidad de eliminar el estacionamiento vehicular en Urquiza y Pellegrini o San Luis desde Roque Sáenz Peña hasta Corrientes o Salta. Pero en esas calles también hay paradas de taxis, ascenso y descenso de escolares y de personas discapacitadas, carga y descarga de mercadería, etc.
En tanto, Guitar dijo que el planteo, en primera instancia, les parece “un poco audaz” debido a que se trata de un “cambio radical”. En ese sentido, manifestó sus dudas debido a la situación incómoda en la que quedarían los vecinos de la calle elegida que sólo podría estacionar el auto en su garage o en arterias transversales. Lo mismo para los comercios ubicados a lo largo de esa arteria. De todas formas, anticipó que seguirán trabajando durante las próximas semanas con Transporte y con las empresas. “La idea es no apresurarnos para tomar una decisión”, dijo.
Para el edil, la otra alternativa, similar a la esbozada por Legarreta, es establecer una calle de sur a norte y otra en sentido inverso para los colectivos pero no en forma exclusiva. “Para que los pasajeros sepan cuando vayan a tomar el colectivo y para que los conductores de autos las eviten”, señaló.
De esa forma evitarían tener que girar en esquinas complicadas como Quintana y San Luis o Pellegrini y Roque Sáenz Peña, donde se encuentra el Casino, debido a que, de noche, hay muchos autos estacionados en ambas manos, incluso algunos en las ochavas. “A veces hay embotellamientos en horarios pico lo que hace que dos colectivos empiecen a juntarse, de la misma línea; ellos tienen un margen (de frecuencia) de siete u ocho minutos lo que hace que perjudican al usuario”, señaló.