La iniciativa surge a partir de una inquietud sobre la normativa vigente en Concepción del Uruguay. Un grupo de uruguayenses, pertenecientes a «Abracemos Concepción» en algunos casos, junto a estudiantes de la carrera de Licenciatura en Salud Ambiental de la UNER, tomaron cartas en el asunto e hicieron sus aportes para su aplicación, control y cumplimiento de esa normativa y así para encontrar una solución a la problemática de los ruidos excesivos en nuestra ciudad.
“En estos tiempos el incremento del ruido se debe también de forma notoria, a otros factores: como innovaciones tecnológicas, medios de transporte que las incluyen, instrumentos eléctricos como potentes parlantes, etcétera. El descanso, la salud ambiental, la de las personas mayores, niñas y niños, así como la de los animales, son preciados bienes del pueblo uruguayense que pretende y merece conservar para su disfrute” señaló la concejala socialista Verónica Magni, autora del proyecto.
“Los niveles altos de ruido pueden producir en los oídos efectos inmediatos y a largo plazo que van desde, pérdida del oído, falta de concentración, dolores de cabeza, mareos, enfermedades del corazón, etc. El proyecto tiene como finalidad minimizar los riesgos y daños que provoca la mala o abusiva utilización del sonido, fundamentalmente en relación con las explosiones y contaminación sonora que impacta contra el ambiente, el físico de las personas, las propiedades y los animales” detalló.
La concejala Magni recordó así mismo que ha elevado para su tratamiento parlamentario un proyecto que pretendía regular el uso de pirotecnia y bombas de estruendo en la ciudad hace un año atrás, el que se encuentra “en carpeta” de la Comisión de Salud y Ambiente del Concejo Deliberante, la que preside el doctor Sergio Bertellotti y el mismo aún no ha sido tratado.
Magni destacó también, que por el contrario cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados de la provincia, a la espera de ello en la de Senadores, un proyecto que regula el depósito, comercialización y uso de pirotecnia, cualquiera sea su clasificación. El que otorga determinadas pautas y parámetros que creemos para generar conciencia en la sociedad.
La contaminación sonora o auditiva es una de la más, o quizá la más peligrosa para los seres humanos y los animales, por el estado de indefensión con que nos enfrentamos a ella.