“Creemos que empezó acá. Cuando vimos movimientos en los alrededores cerramos las puertas, llamamos a la Policía que vinieron a los 10 o 15 minutos, un par de patrulleros que nos ayudaron a controlar la cosa hasta que los comerciantes alcanzaron a sacar la mercadería”, indicó Yelín.
En las esquinas este y oeste del paseo se apostó mucha gente, en moto y a pie, para comenzar a lanzar piedras. “Hubo tiros por parte de la Policía como de afuera. Hubo mucha piedra, se rompieron algunos vidrios pero no tantos. Logramos contener esa furia durante 15 o 20 minutos que fue el tiempo que necesitamos para sacar toda la mercadería”, dijo el propietario del paseo comercial. “Esperamos que nuestros funcionarios arreglen la situación para volver a sentirnos protegidos para poder conservar nuestra fuente de trabajo”, señaló Yelín.
Eli y Sandra son propietarias de dos puestos en el paseo comercial. Eli admitió que sufrieron una “desesperación terrible” por poder sacar todo a tiempo. Además la mujer está en periodo de gestación. La huelga policial comenzó a las 20 y en las Palmeritas seguían trabajando como si nada. “Nosotros seguimos abiertos hasta las nueve. Yo estaba desinformada totalmente, sabía de algunos comentarios. La verdad es que estaba sorprendida, no podía creer. Fue un segundo en que le dije a mi hijo que vaya a buscar el bolso, vamos a llevarnos las cosas”, mencionó la mujer. “Nosotros vivimos de esto, yo aposte a esto cuando abrió. Estoy sola con mis hijas, si me llegan a saquear me muero”, indicó.
En tanto, Sandra dijo que les dolía mucho lo que sucedía. “Acá no hay una persona que no haga un esfuerzo para tener esto y la verdad es que te indignaba que tengas que salir así y que entren como si nada”, expresó. “Ahora estamos sin trabajo, perdimos un día y son los días que uno esperaba. Hubo mucha gente que invirtió mucho. Lo poco que teníamos viajábamos para tener más para poder trabajar y vender más para las Fiestas”.