Hace unas dos semanas que trabajan en una quinta cerca de La Criolla. En cuanto al lugar de alojamiento, Simón sostuvo que están en condiciones aceptables. “Tenemos baños, duchas, colchones y cuchetas. Tenemos cocina, todo”, indicó. Esta tarde, varios trabajadores miraban una pantalla de televisión ubicada en un escritorio, sentados en varios bancos de madera dispuestos delante del receptor. La única queja apunta a la comida debido a que los responsables de contratarlos les descuentan el dinero directamente del jornal, una práctica muy extendida en la zona.
La tarea de controlar los lugares de alojamiento fue asignada concretamente a la Secretaría de Producción. En julio pasado el secretario de Producción, Néstor Loggio, dijo: “estamos avanzando lentamente en mejorar las normas para darles más garantías a los trabajadores de la recolección de arándanos”, decía Loggio. Los lugares de alojamiento deben garantizar los “criterios mínimos” de salubridad, higiene y aireación. Loggio aseguraba que es difícil de controlar dado que el 85 % de los alojamientos está ubicado fuera de la ciudad. En ese sentido, coincidió el delegado jujeño al sostener que le han comentado que hay otros lugares donde los trabajadores no tienen camas ni colchones y están en el medio del campo.
Respecto de la rentabilidad de la cosecha de este año, el panorama cambia debido a las heladas y el granizo. “Es terrible, al punto tal que ni al jornal llegamos. No llegamos a $ 140, $ 150 por día”, señaló el vocero. “El año pasado vinimos pero no eran esos rindes. Sacábamos $ 250 o $ 300. Estamos ganando la mitad y menos”, dijo Simón.
“La maduración está muy lenta, como que no hay fruta”, señalo el delegado. “Es complicadísima la situación”, añadió. El año pasado trabajaron 50 días. Este año van 14 días y : “no sabemos hasta cuando porque la fruta no madura y el clima no cambia, sigue frío, hay lluvia pero no hay calor, falta maduración y entonces no hay fruta. La fruta esta pero está verde, si está verde no la pueden cosechar y no ganamos”, señaló.
“Ojalá que haya más calor y madure más rápido la fruta pero al menos la parte del alojamiento estamos bien”, recalcó el trabajador jujeño por último.