Durante el encuentro, que se prolongó varias horas y terminó pasadas las 22, Bordet junto al secretario de Gobierno, Juan Domingo Orabona, escucharon a los 14 trabajadores, uno de cada área del ente, expresar su disconformidad con el traslado del área Liquidaciones. No estuvo presente ningún representante de los gremios.
“Bordet les dijo que hay cosas que van a ser reanalizadas durante la semana que viene para que ellos se queden tranquilos y no se produzcan roces como el que sucedió; que no haya falta de diálogo”, aclaró el coordinador. Las liquidaciones están bajo la lupa. “Para eso están los controles. La intención del intendente es que se controle, que no haya desmadres ni malas liquidaciones”, indicó Bessone.
No obstante, la medida será evaluada el martes que viene en una reunión de gabinete. “Vamos a ver como se resuelve este tema”, indicó. Los empleados piensan que se pueden llegar a “tocar los sueldos”. Pero Bordet “les puso en claro que esa no es la intención pero sí un control estricto de las liquidaciones”.
Por último Bessone sostuvo que el servicio se va a seguir prestando de manera normal como se viene realizando desde el sábado pasado. No habrá ninguna medida de fuerza.