Alak, en una declaración a la prensa, detalló que el nuevo funcionario es abogado y experto consultor en materia carcelaria en Argentina y España, país del que llegará en las próximas horas para asumir en el cargo.
«Logró que Argentina sea el único entre todos los países latinoamericanos que no tiene superpoblación carcelaria», destacó Alak, respecto de Marambio, de quien dijo que «tiene la ventaja de tener una experiencia concreta y práctica en la tarea».
Según informó el funcionario nacional, el nuevo director del Servicio Penitenciario Federal fue el primer civil designado en ese cargo por el ex presidente Néstor Kirchner y volverá a asumir en esa función mañana a las 11, inmediatamente luego de que regrese a la Argentina proveniente de España.
A la vez, el ministro anunció una recompensa de 500.000 pesos para aquellos que aporten datos respecto a los 11 reclusos que aún permanecen prófugos -dos de los 13 que escaparon fueron recapturados por la policía-, luego de la fuga que protagonizaron este miércoles por la mañana del penal de Ezeiza.
Asimismo, el ministro explicó que los heridos que se produjeron horas más tarde de la fuga en la misma unidad carcelaria «no configuran el tipo penal de toma de rehenes ni de motín» porque se trató de un interno con principios de asfixia por incendiar un colchón y un empleado penitenciario que fue atacado cuando buscó «limitar la circulación interna en el patio interior».
Respecto de la fuga, Alak contó que el Ministerio tiene «información que se la está suministrando al juzgado interviniente».
Sobre los fugados, el ministro dijo que no podía dar mucha información para no entorpecer la investigación judicial, pero destacó que de los 13 reclusos (2 de los cuales ya fueron capturados), 4 fueron organizadores del escape.
Dos de los ideólogos de la fuga ya tenían antecedentes de escapes en Paraguay y Brasil, mientras que los otros dos habían hecho lo propio en Argentina.
En cuanto a los guardiacárceles separados de sus cargos a raíz del episodio, sostuvo que «será la Justicia la que determiné su responsabilidad o no en el plan de fuga».
FUGA
La fuga se produjo pasada la 1 en el pabellón B, del módulo 3, del Complejo Federal I de Ezeiza, según detalló Hortel en una conferencia de prensa que brindó en el penal y en la que calificó al hecho como «cinematográfico».
Un total de 13 presos -dos de los cuales fueron luego recapturados- logró evadirse mediante un boquete de 40 por 22 centímetros realizado en la celda 22 de ese pabellón.
«La fuga se produjo desde la celda número veintidós, mediante la realización de un boquete en el suelo, que es de concreto, de hormigón armado», detalló el jefe del SPF.
«Ustedes saben -agregó a la prensa- que es un complejo de máxima seguridad, por lo que esta fuga no se podría haber llevado a cabo sin complicidades internas y sin una logística y apoyo externo».
Por tal motivo, anunció el desplazamiento de 19 penitenciarios que estaban a cargo de la seguridad del penal, entre ellos el jefe del Complejo Penitenciario I, y además informó que presentó su renuncia «indeclinable» ante el ministro Alak.
Hortel dijo que las fuerzas de seguridad ya recuperaron a «dos de las trece personas fugadas» y que se buscaba al resto.
El director detalló que para poder realizar el boquete, los presos debieron romper casi 30 centímetros de hormigón armado y añadió que la tierra acumulada para la realización del túnel fue encontrada adentro de la celda.
«A partir de ese boquete -cuyas fotos exhibió en la conferencia de prensa- se construyó un túnel de aproximadamente un metro de profundidad y de entre dos y tres metros de longitud, a través del cual -los reclusos- salieron a la parte exterior del módulo».