La ficha (100 metros) pasará de $ 0,40 a costar $ 0,50 y la bajada de bandera (20 fichas) de $ 8 a $ 10. El incremento se basa en una ecuación que toma en cuenta el costo de la nafta súper en los surtidores de las estaciones de servicio YPF. Teniendo en cuenta el incremento de los combustibles registrados desde diciembre hasta la fecha, multiplicado por un coeficiente de 0,06, da como resultado la suba de la ficha a $ 0,50.
Si bien Retamar aseguró que la suba es bienvenida por el incremento de los costos de manutención de los vehículos, en realidad es un nuevo golpe al bolsillo del consumidor. En ese sentido, sostuvo que perdieron un 25 % del pasaje en estos meses y cuando comenzaban a recuperar parte de los pasajeros que habían dejado de lado el servicio, viene otra suba.
El presidente de la Asociación sostuvo que los únicos beneficiados con las subas son los propietarios de las bases y la municipalidad. Los primeros porque también actualizan automáticamente el canon diario que cobran a las unidades, que pasará de $ 44 a $ 55. Con el municipio pasa lo mismo, dado que la desinfección pasará de $ 80 a $ 100.
“Este es otro golpe al bolsillo del pasajero. Ya estamos compitiendo con cerca de 20.000 motos, aunque no es preciso el numero, pero la gente comenzó a apostar por ese vehículo luego del último aumento”, indicó el presidente de la Asociación.
A menos de un año de haberse sancionado la ordenanza que dejaba de lado los incrementos arbitrarios del Concejo Deliberante a cambio de un mecanismo automático, la norma ya recibe cuestionamientos. La Asociación pidió la semana pasada al Ejecutivo una audiencia para abrir una mesa de trabajo tendiente a corregir una norma que comienza a convertirse en un salvavidas de plomo para los remisseros.
