Debido a las múltiples versiones que se propagaron por los medios de comunicación sobre el tema, los viveristas informaron a la sociedad que la jueza resolvió “hacer lugar parcialmente a la acción de amparo incoada, dejando sin efecto las resoluciones de interdicción ordenadas por la parte accionada en relación a los amparistas”.
Además, presentaron notas a la presidente de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner y al gobernador de la provincia de Entre Ríos, Sergio Daniel Urribarri, firmadas por 3.900 personas (entre ellos viveristas, citricultores, comerciantes, empresarios, obreros y público en general). En dichas notas, solicitaron que intervengan para que el Senasa deje sin efecto la aplicación de la resolución N° 930/2009 y consecuentemente la disposición N° 8/2012 y dicte medidas preventivas adecuadas para evitar, controlar y/o eventualmente erradicar el riesgo fitosanitario.
El 23 de abril, el Senasa informó que el Juzgado Federal de Primera Instancia N° 2 Secretaría N° 1 en lo Civil y Comercial de Concepción del Uruguay le dio la razón al organismo ratificando la constitucionalidad de su resolución. Como se recordará, la resolución obliga a viveristas a producir plantines bajo techo de modo de evitar el ingreso de una enfermedad mortal como es el HLB.
“Nuestro pedido tiene la finalidad de evitar que mediante una resolución – a la que más del 90 % del sector tacha como irrazonable – nos coloque en el peligro serio y cierto de perder nuestras fuentes de trabajo”, argumentaron los viveristas.
“Queremos destacar que, como grupo venimos participando en el debate sobre el tema desde que se abrió a consulta pública allá por el año 2009, presentamos propuestas y siempre estuvimos dispuestos a colaborar en la prevención del ingreso del HLB, atento a nuestro profundo interés por el desarrollo de la actividad citrícola en particular y de la economía regional en general. Y de ninguna manera queremos destruir a la citricultura como algunos han manifestado, sino más bien defender a la citricultura que es nuestra fuente de trabajo y la de muchísimas personas que directa o indirectamente están vinculados con la actividad”, sostuvieron los viveristas.