A LOS COMPAÑEROS DE PROYECTO SUR, A LOS COMPAÑEROS DE FUERZAS POLITICAS Y SOCIALES HERMANAS Y A LOS AMIGOS EN GENERAL
En el año 2007, la candidatura presidencial de Fernando ”Pino” Solanas hizo que muchos compañeros que veníamos decepcionados de la experiencia del Frente Grande-Frepaso tras la constitución de la Alianza, nos sumáramos con gran expectativa a la construcción de un gran Movimiento de carácter nacional, popular, democrático y emancipador.
Desde la nada, logramos construir un espacio en la provincia que acompaño la candidatura de Pino en el 2007 y que en el 2011 presentó candidatos en todas las categorías tanto a nivel nacional, provincial y municipal.
En este camino, entiendo que se cometieron errores que fueron minando las posibilidades del espacio. No obstante, se buscó disimularlos con la esperanza que el crecimiento y el desarrollo de esta propuesta fueran consolidando los aspectos programáticos y ajustando las tácticas políticas.
Esto no fue así, y en el año 2011 Pino Solanas deja de lado su candidatura a presidente, que había sido proclamada en diciembre del año anterior, y privilegia la disputa en el distrito de la Ciudad de Buenos Aires, dejando en total orfandad a la totalidad de los distritos del país que quedaron sin una referencia clara de la propuesta que se venía llevando adelante. Debe agregarse a esto que la Mesa Nacional del Partido no acompañó el esfuerzo que en absoluta soledad llevamos adelante los distritos que logramos presentar candidaturas a nivel provincial y municipal, como fue el caso de la Provincia de Entre Ríos. Ningún dirigente nacional se hizo presente en apoyo a la campaña provincial, salvo una corta visita de la diputada nacional Alcira Argumedo a la ciudad de Concordia. Tampoco hubo ningún reconocimiento para quienes afrontamos esta situación soportando importantes costos personales.
Terminado el proceso electoral, tomé distancia de las estructuras partidarias. Dejé en manos de otros compañeros la representación de la Provincia en la Mesa Federal. Esperaba un proceso de autocrítica que nunca se produjo. Se llegó, en diciembre del 2012, al Congreso partidario donde se fijaron nuevos horizontes, sin hacer ningún tipo de mención a lo ocurrido hasta entonces.
Planteado el proceso electoral del 2013 nuevamente se vuelven a cometer los mismos errores. En primer lugar, porque se privilegian los intereses del distrito Capital Federal por sobre los intereses generales del partido, pretendiendo que lo que es bueno para Capital debe ser avalado por todos, en aras de un futuro esplendoroso que nunca llega, y por otro lado, avanzando en una política de alianzas que nada tienen que ver con el carácter nacional, popular, democrático y emancipador que se proponía al momento de la creación de la fuerza.
Reconozco que el programa de Proyecto Sur contempla plenamente las medidas políticas que deberían tomarse en el país para avanzar hacia una mayor distribución de la riqueza, hacia la recuperación de los recursos naturales y la creación de las bases para el desarrollo del país. Reconozco, así mismo, la calidad ética y la trayectoria de Pino Solanas y de la mayoría de quienes fundaron Proyecto Sur. Pero el programa y las historias personales no alcanzan para constituir una propuesta que avance en el camino de las transformaciones profundas que se requieren. Es necesario desarrollar conjuntamente con el programa, una política de construcción que contemple a las fuerzas políticas y a los sectores sociales que coinciden en ese rumbo, y es necesario tener una mirada y acciones concretas que contemplen los intereses y las necesidades del conjunto del país y no solamente en sumar votos en un distrito, aunque éste sea muy importante, anteponiendo una situación coyuntural a los intereses mas permanentes de la organización.
En síntesis, no coincido con el rumbo adoptado por Proyecto Sur ni en sus contenidos ni en sus formas de llevarlo adelante. Desde mi perspectiva, es el final de una etapa, al menos, en lo que a mi respecta.
Seguramente continuaré en la búsqueda de una propuesta que me contenga en pos de los objetivos por los que siempre he bregado, que no son otros que los de la liberación nacional y social de nuestra Patria.
El mejor de los deseos para los compañeros que honesta y desinteresadamente continúan con la tarea de construir Proyecto Sur. Hasta acá ha llegado mi voluntad política de acompañarlos. Seguramente, en otra coyuntura nos volveremos a encontrar.