“El tema de las licencias desde el año 2000 hay un decreto es el que está vigente, con alguna modificación que pueda hacer por resolución o por circular el Consejo General de Educación”, indicó Dri. “Tenemos un trabajo bastante importante en el tema licencias. Tal es así que cuando yo comencé en la Dirección Departamental no teníamos una dirección específica que tratara este tema y desde hace cinco años estamos manejándonos con una oficina”, manifestó.
Casi 100 licencias se tramitan por semana entre altas y bajas. Dos empleados se encargan de recepcionar los pedidos de licencia, comunicar cuando tienen que concurrir a una junta médica, cargar información en el SAGE etc.
Las licencias se dividen, en grandes rasgos, en largo y corto tratamiento. Hay una oficina en el hospital Felipe Heras a cargo de un médico escogido específicamente para esa tarea. Tiene que avalar los certificados médicos extendidos por los médicos particulares. “Después eso tiene que ser refrendado por el responsable médico”, acotó.
Entre los pedidos de licencia, sobresalen los motivados por cuestiones psiquiátricas (stress laboral). La mayoría de ese tipo son por largo tratamiento. En ese sentido, Dri mencionó que al menos ahora no se necesita enviar al docente a una junta médica en Paraná. “Tiempo atrás, un docente con diagnóstico psiquiátrico no podía retornar al aula por más que tuviese el alta del médico laboral sin el informe de la junta médica”, recordó.
Antes, el docente no volvía a la escuela y seguía la suplente. Ahora simplemente basta el alta médica para retornar al aula, hasta que se realice la junta, a los dos o tres meses. “Es lo que recomienda la ciencia médica. Con un trastorno psiquiátrico, el docente no puede estar frente a los chicos si ese diagnóstico persiste. No es un dolor de garganta; es una enfermedad que en muchos casos, los psiquiatras o psicólogos diagnostican que la relación con otras personas, con otros docentes o los chicos es la qu motiva este stress”, indicó.
Hay casos que se tratan rápidamente pero otros no. Y allí surge otro problema: un docente puede estar de licencia hasta dos años y se le reconoce el 100 % del sueldo. Al tercer año se le reconoce el 50 % y en el cuarto año ya no percibe su salario aunque mantiene el cargo. Dri reconoce que cada tanto el CGE reconoce ciertas excepciones, de acuerdo a los diagnósticos, y en esos casos la complejidad del tema se agudiza. En ocasiones, desde algún sector o desde la misma presidencia se emitan directivas para que un docente pueda preservar su situación por necesidad.
El director departamental dijo que, en caso de detectar abusos, toman medidas para corregir la situación. Pero admitió la existencia de casos de confusa resolución. Por ejemplo, un docente que está de licencia desde 2006. “La Caja le rechaza el pedido pero nosotros consideramos que no tiene que estar frente a los alumnos”, expresó. Esos casos son los que originan las excepciones para no perjudicar al trabajador.
Luego del cuarto año, la salida es la jubilación por discapacidad. No obstante, muchas veces difieren los diagnósticos de la junta médica con los de la Caja de Jubilaciones. “Muchísimas veces nos ha pasado que la junta dictamina que podría ser que se jubile por discapacidad y la Caja rechaza porque el porcentaje que se requiere por ley no es el que el docente demuestra”, ejemplificó.
En otras ocasiones, la junta médica ha resuelto objetar un pedido de licencia, a pesar de estar avalado por el médico de cabecera del docente. “Lo que se hace es no justificarle al docente el pedido de licencia pero el suplente sí tiene que cobrar porque sí lo trabajó”, manifestó. Asimismo, admitió que no son muchos los casos.
Embarazos de riesgo. “Acá tenemos una particularidad. Una docente puede tomar un cargo estando embarazada y si en el transcurso del embarazo retorna la titular, la suplente no pierde el sueldo hasta que no cumpla con el período de embarazo”, indicó.
Los certificados médicos válidos para el CGE sólo pueden ser emitidos por los médicos clínicos o psiquiatras. El médico escolar rechaza los papeles firmados por psicólogos, kinesiólogos o fonoaudiólogos. “Eso están normado y los docentes lo saben”, aseguró.
La visión del gremio
Cristina Cerato, secretaria general de Agmer Concordia, expresó que el régimen de licencias que tiene el sector docente es “muy bueno” y que lo conquistaron debido a la “lucha del colectivo docente”. Por ese motivo, valoran el sistema que contempla licencias por enfermedad, embarazo, estudio y cuestiones sindicales. “Lo debemos cuidar y sostener”, aclaró.
¿Hay un uso indebido por parte de algunos docentes? “A mí no me consta como una cuestión investigativa”, respondió. No obstante, admitió que “es probable” que alguien lo haya usufructuado de manera indebida. De inmediato, contrarrestó esa situación manifestando que la mayoría los usan “como corresponde”.
Luego citó a quienes son “muy responsables” en el uso de las licencias. El ejemplo son quienes ejercen y, al mismo tiempo, estudian otra carrera. “No sacan licencia para rendir”, dijo. “Otros sacan un día para no perjudicar o no sacan porque son pocos días y no les cubre ningún suplente”.
En cuanto a las cuestiones de salud, dijo que muchos se ven obligados debido a las condiciones de trabajo en las que se debe desenvolver. “Un docente de primer ciclo (primaria) no puede tener 35 o 36 alumnos en un aula chica, incómoda, donde además de enseñar tienen que estar atentos a que nada les pase”, indicó. En consecuencia, a la tarea de enseña se les suma la de cuidar de su integridad física en el aula, en el recreo y en los comedores.
En el secundario, a veces cuando dejan horas en una escuela y toman en otra, pasan “dos o tres meses sin cobrar” por problemas en el Sage. O tienen horas en dos o tres establecimientos escolares el mismo día. “Salen de esa escuela y a los 10 o 15 minutos tienen horas en otro lugar y eso también genera un desgaste”, subrayó Cerato.
“Son cuestiones que afectan y que hacen a las condiciones de trabajo. Va generando un desgaste. Eso hace que algunos docentes en un determinado momento sufran stress o determinados problemas por los cuales sacan una licencia”, señaló.
“El que no es docente a lo mejor no dimensiona lo que es estar en un aula tratando de generar un interés por el conocimiento, siguiendo el proceso del estudiante con respecto a ese conocimiento, estando atentos a los conflictos que se puedan presentar que de hecho se presentan de todo tipo. Cuando eso ocurre en condiciones de trabajo que no son las mejores, viene un desgaste mayor”, indicó la secretaria general de Agmer Concordia.