En el diario La Nación de hoy, “el investigador” al que Víctor Hugo Morales desnudó de pacotilla y que el poder ubica entre sus alter ego, Luis Majul, dice “La Presidenta se quedó sin juego político», la arriesgada expresión la pone en boca de, “me lo dijo un hombre que responde a Daniel Scioli”. Así de simple, en tan poquitas palabras el tipo desnuda las necesidades de sus aplaudidores.
El título de la nota, “Cristina no será eterna”, es consecuente con ese objetivo al que, además, le incorpora un supuesto dato que repiten y repiten… “su imagen viene cayendo, y mucho”, dice y sin rubor se pregunta ¿Tiene un plan para contrarrestar la idea de que su poder tiene un límite y se empieza a diluir ?.
Esto se suma a los insistentes anuncios (que ya llevan casi una década) sobre el cataclismo en la economía ; al dólar blue que, aunque marginal, lo ubican por las nubes ; la traición a las víctimas de la AMIA ; el aislamiento internacional y tantas otras lindezas por el estilo.
Si bien toda esta andanada esconde ese claro objetivo, es imposible obviar que se asienta en una clara debilidad de este proyecto, esto es, la ausencia de cuadros claramente comprometidos con el proyecto y con votos. Ella los eclipsa. Su capacidad de dejar a la oposición siempre pintada y a la derecha ; la impronta de estar siempre dos pasos más adelante que todos y la ductilidad para dar vuelta las derrotas sin claudicar, no hay quien las iguale y son las principales razones del odio concentrado que le profesan sus detractores de uno y otro pelaje. A su vez, el partido de gobierno tampoco apuesta demasiado a la aparición de una figura que, señalada por ella, pueda descollar, prefieren que sea el aparato y no la sociedad el que decida.
EL PLAN DE CRISTINA PARA TRANQUILIZAR A MAJUL
El plan de CFK se asienta en ese poder cada vez mayor que Majul y tantos más quieren mostrar en vías de extinción. Todos los integrantes del Proyecto K, harán ingentes esfuerzos para descollar en las legislativas de este año. Scioli porque necesita mostrarle al país que no hay otro como él, pero no será el único, todos, en especial aquellos que saben que Scioli no es del agrado de la presidente harán los deberes como nunca, pues aspiran a estar entre los elegidos y saben que para ello deben sacar muchos votos. Sergio Urribarri es una prueba de ello en Entre Ríos, pero no el único.
Que todos se saben eclipsados por ella, incluso Scioli (a quien los constantes tironeos le rompen los sacos pero no lo mueven), le confiere a Cristina un poder adicional. Lejos de lo que afirma Majul y la troup de opositores a todo, Cristina seguirá acumulando poder aunque la economía no le sonría tanto como antes y a pesar que los temas pendientes en la materia, son muchos.
Las módicas previsiones de un crecimiento del PBI del 4 % sumado al 1,9 % del 2012, aunque contrastan con las Tasas Chinas de crecimiento de años anteriores, lejos de jugar en su contra, al menos hasta ahora, han obligado a instalar la idea de empujar el carro entre todos para no bajar el consumo.
Esa idea cada vez más generalizada y extendida, entre distintos actores de la economía, explica porqué este acuerdo de mantenimiento de precios está teniendo éxito a pesar del esfuerzo denodado de los multimedios en alentar tanto una espiral inflacionaria que se sigue negando tal como ellos la imaginan.
La sola idea de ser llevados de la mano a aquel viejo país de antes del 2001 espanta hasta el más opositor. Las bonanzas prometedoras en boca de Macri, la UCR, Francisco De Narváez y la “izquierda progre” que sigue sin poder mostrar cuánto mejor que este gobierno puede hacer si gobernara, hace que a Cristina no se le noten las arrugas.
Las necesidades del poder económico concentrado (hiper-inflación, pobreza extendida, baja de salarios y hecatombe generalizada) y la de aquellas agrupaciones políticas desesperadas por ocupar el poder, contrastan tanto con las necesidades de la gente común que es ese, el discurso que consigue cada vez menos adeptos.