En tal sentido, dijo que la prisión domiciliaria es una “rémora del pasado” que se origina cuando una persona de avanzada edad le pedía al juez poder pasar su prisión en una cárcel especial. Pero señaló que se trata de cárceles de lujo. “Son countries con pileta de natación, para jugar al fútbol, al tenis. Hasta pequeños cines”.
“Eso no es sancionar a una persona y más en los casos de delitos de lesa humanidad en que el castigo debe ser ejemplar para la comunidad. Un tipo que roba gallinas tiene que cumplir cárcel efectiva y sin embargo esos hombres que han cometido una tremenda tragedia nacional no”, opinó el ex camarista.
En ese sentido, recordó el caso de Héctor Febrés, oficial de la Prefectura Naval Argentina juzgado por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Esma que murió cuatro días antes de que se conociera el veredicto del tribunal que lo juzgaba (Febrés fue designado en 1988 como titular de la Prefectura local). “Estaba detenido en una isla del Tigre y en verano lo trasladaban a otra isla con un palacete, con pileta de natación. Vimos fotografías de Febrés nadando en una pileta”, señaló.
“Es una inequidad absoluta. Tienen que cumplir una sanción por los gravísimos delitos cometidos bajo una dictadura y gozaba de todas las prebendas y privilegios que puede tener una persona en libertad. Eso es imposible de digerir, de aceptar, de entender. Eso no es la sanción que quiere el pueblo para esta gente que produjo tal vez la más grande tragedia que tuvo nuestro país”, manifestó. “Estos condenados que se hacen pasar en algunos casos por viejitos que da lastima fueron los homicidas más terribles que tuvo la historia argentina”, dijo Gomez.
El ex camarista, quien fue militante por los derechos humanos durante la dictadura, aseguró que desconocía la razón por la que no fue citado a declarar como testigo por el Tribunal. “Conozco el expediente a través de los diarios y por una abogada que estuvo en Concordia en el Partido Justicialista un sábado. Estuve conversando con ella y nos adelantaba que habían logrado prueba suficiente como para lograr una condena efectiva contra todos los autores mediatos e inmediatos”, señaló.
Por último, Gómez recordó que pudo encontrar el cuerpo de su hermana en Santa Fe, asesinada durante los años de plomo. “Recuperamos el cadáver, los trajimos y lo enterramos acá”, indicó.
